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Tarta de queso y membrillo

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Se acabaron las vacaciones. Este humilde blog de recetas de cocina retoma su actividad, como cada año por estas fechas.  Para ello he elegido un producto que entra dentro de poco en temporada: El membrillo. Espero que os sirva 🙂

Esta tarta resulta simplemente deliciosa. Es una versión modernizada de un postre típico vasco, donde el queso, el membrillo y las nueces tienen  todo el protagonismo. Se trata de una tarta de queso, cubierta con una capa de membrillo casero y acompañado de una salsa dulce de nueces (intsaur saltsa)

TARTA DE QUESO CON MEMBRILLO

 

INGREDIENTES:

· Base de galleta : .- galletas digestive

.- mantequilla

.- chorrito de leche

· Mousse de queso: .- 350 gr. de queso tipo philadelphia

.- 400 gr. de nata de montar (35 % m.g.)

.- 2 yemas de huevo

.- 75 gr. de azúcar

.- 75 ml. de leche

.- ralladura de limón o extracto de limón

.- 1 sobre de gelatina

· Cubierta: membrillo (pinchad sobre la palabra para ver la receta)

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ELABORACIÓN:

En primer lugar, elaboramos la base de la tarta, ésta puede ser una base de galleta digestive en polvo, mezclada con mantequilla derretida en el microondas y un chorrito de leche hasta lograr una masa más o menos compacta. La extendemos sobre un molde de base desmontable y la dejamos toda del mismo grosor. Se mete en la nevera para que se endurezca mientras preparamos el relleno. En esta ocasión, la he horneado 10 minutos en horno bien caliente, aunque este paso se puede omitir y con dejarla en la nevera al frío para que compacte, es suficiente.

*** También podemos optar por una base de bizcocho genovés o bizcocho al microondas.

En segundo lugar, procederemos a preparar el relleno, o sea, a hacer la mousse de queso. Para ello, batimos el queso cremoso con el azúcar y las dos yemas hasta que esté todo perfectamente aireado y unido. A continuación, se añade la ralladura de limón y se le da unas vueltas para integrarlo en la crema.

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Por otro lado, hidratamos el sobre de gelatina, echando los polvitos en 50 ml. aprox, de leche fría, dejamos un tiempo hasta que se hinche. Calentamos el resto de leche en el microondas, bien caliente y unimos con la gelatina hidratada hasta que se disuelva perfectamente y quede bien deshecha. Vertemos la leche con gelatina en la crema de queso y mezclamos homogéneamente.

Montamos la nata con varillas eléctricas, incorporamos como 1/3 de la nata a la crema de queso y batimos enérgicamente (esto se hace para igualar texturas), echamos el resto de la nata y mezclamos con suavidad, con movimientos envolventes, mezclando suavemente para no quitarle el aire y que no se nos baje la mezcla.

Vertemos sobre la base de galleta, igualamos la mousse y metemos en la nevera para que se enfríe y se cuaje perfectamente.

Una vez cuajada, procederemos a ponerle la cubierta de membrillo. Para ello, cortaremos el membrillo en láminas (yo me he ayudado de una lira  para separar bizcochos en capas, de esta forma, me han quedado las capas cortadas de igual tamaño y totalmente lisa). Lo he ido colocando todo sobre un plástico film, le he puesto otro film por encima y pasado el rodillo suavemente para que se una el membrillo en la zona de los cortes. He medido la tarta (en este caso he utilizado un molde cuadrado) y he recortado el membrillo del mismo tamaño. He quitado el plástico de la parte superior y con cuidado (ayudándome con el plástico de la parte de abajo) he colocado el membrillo en la tarta. Lo he ajustado perfectamente y lo he llevado de nuevo a la nevera hasta el momento de servir.

*** En esta ocasión, lo he acompañado con intsaursaltsa. (pinchando sobre la palabra, podréis ver cómo se elabora). Es una manera original, con un toque de modernidad, de comer un típico postre vasco, es decir, queso, nueces y membrillo.

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Intxaur saltsa (Sopa dulce de nueces)

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La Intxaur saltsa, que en algunas ocasiones podéis ver escrita también “intxaursalsa” (no gramaticalmente correcta en euskara, pero sí utilizada) es una sopa dulce de nueces que formaba parte inexcusable de las cenas de Navidad en el País vasco, sobre todo en los caseríos y medios rurales, cuando la iglesia católica consideraba todavía la Nochebuena como día de vigilia, lo que acarreaba la consiguiente abstinencia de carnes.

Antiguamente, se elaboraba bien con leche o bien con caldo de bacalao, y para darle color (según cada receta particular) se le solía añadir huevos o simplemente migas de pan de maíz. Las nueces, se molían finamente bien en un almirez para que soltaran todo su aceite o sobre la mesa con una botella a modo de rodillo. Esta es una las recetas de Navidad más entrañables de los postres vascos navideños que rescata el recuerdo del hogar de antaño.

INTXAUR SALTSA

INGREDIENTES:

· 250 gr. de nueces pelada

· 1 litro de leche entera

· 250 gr. de azúcar

· 1 rama de canela

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ELABORACIÓN:

Aplastar con un martillo de madera, rodillo o mortero las nueces hasta conseguir una pasta fina. (Antiguamente este proceso se realizaba entre dos trapos finos de hilo)

Por otro lado, hervir la leche con el palo de canela, una vez que hierve, retirar la rama de canela y agregar las nueces y el azúcar.

Poner a cocer a fuego suave, aproximadamente durante 30 minutos, hasta que nos quede una crema ligera. Removemos de vez en cuando, para evitar que se nos pegue. Si vemos que está demasiado ligera dejamos cocer un poco más y si queda muy espesa, aligeraremos con algo más de leche antes de sacar del fuego hasta conseguir el punto de espesor deseado.

Una vez en su punto, retiramos del fuego y distribuimos en cuatro recipientes.

*** La Intxaur Saltsa o intxaursalsa se puede comer tanto tibia como fría.

*** Una vez fuera del fuego, se espesa algo más.

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Compota de Navidad

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En estas fechas, todo el mundo se encuentra inmerso en los preparativos navideños. Parte importante de estos festejos son los menús para estos días tan señalados, por eso, a partir de ahora,  voy a ir poniendo una serie de postres tradicionales vascos de Navidad.

Quiero comenzar con una compota navideña, postre que no falta en muchísimos hogares vascos para celebrar los principales días de la Navidad. Al menos en mi casa siempre está presente, por la parte navarra de la familia, que incluso le da un particular nombre: “Manzanate“.

Existen muchas variantes en la forma de elaboración, tantas como hogares en las que se realiza. Yo os dejo esta versión, la mía. Una mezcla de esa fórmula tradicional navarra y de algunas variantes introducidas.

COMPOTA NAVIDEÑA

 

INTRODUCCIÓN:

La compota de fruta, es la cocción en almíbar (agua y azúcar) junto con especias al gusto, que variarán según la zona, de una o varias frutas troceadas.

Estas frutas pueden ser frescas o secas, o una mezcla de ambas (entonces se denominará “compota navideña”).

El punto de cocción de la fruta dependerá de cada uno, desde la cocción “al dente” casi dura y dejando enteros trozos de las frutas hasta dejarla hecha casi puré y “requemándola” para que le dé un sabor acaramelado.

Dependerá también del gusto personal la adición de algún licor, normalmente al finad de la cocción y en pequeña cantidad.

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INGREDIENTES:

· 1 kg. de manzanas ( reineta o golden)

· 1 kg. de peras de invierno (conferencia)

· 200 gr. de ciruelas pasas

· 150 gr. de orejones de albaricoque

· 150 gr. de higos secos

· 150 gr. uvas pasas

· 1 palo de canela

· piel de limón

· 400 gr. de azúcar

· anises en grano

· canela en polvo

· cardamomo (opcional)

· 750 ml. de agua

ELABORACIÓN:

Se pela la fruta y se trocea. Se puede cascar como si fuesen patatas, o darle forma, bolas, dados, etc.

Se pone la fruta en una cazuela de tamaño apropiado junto con el azúcar , la canela, las especias utilizadas y la cáscara de limón.

*** Para que no nos aparezcan los anises ni la piel del limón en la compota, lo que hago es hacer un atillo con una gasa limpia, en la que pongo los anises, el cardamomo y las pieles del limón, se ata bien y se introduce el saquito en la cazuela, cuando termina la cocción solamente hay que retirarlo.

Se cubre con el agua. La cantidad de agua puede variar entre 750 ml. a 1 litro (dependiendo si nos gusta un poco más líquido o no).

Se deja cocer suavemente ( es importante que la cocción sea lenta y suave, NO a borbotones), hasta que la fruta esté blanda y el conjunto haya espesado. Este proceso nos llevará algo más de una hora.

Una vez fría, se puede conservar bien tapada en la cámara por lo menos 5 ó 6 días.

*** La compota se toma fría o caliente según gustos, y si se desea se puede espolvorear con almendras.

*** En mi caso la dejo tal cual y está riquísima.

*** La compota es típica de Navidad, pero se puede consumir en cualquier fecha del año.

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