El domingo (7-1-2007) en Levando Anclas conectamos con el navarro Jesús López de Dicastillo que desde hace casi 10 años regenta el alberge Humboldt en Puerto Bermudez. Este es un pequeño pueblo perdido en la selva peruana a orilas del río Pachitea. Jesús eligio el lugar después de haber recorrido toda America Latina en largos viajes que inicIo en 1980. Con el tiempo en Levando Anclas le hemos hecho numerosas entrevistas  y mi relación por correo electronico con él es muy asidua. De manera que en los últimos días me hablaba del peligro eminente de innudaciones si no paraba de llover torrencialmente. Finalmente acontecio el desastre.

El domingo nos relato la experiencia de la crecida del río Pachitea y como sus aguas llegaron hasta el segundo piso del albergue Humboldt. Llama la atención que no quisiera abandonar el lugar porque no queria perderse el espectaculo magnifico que le brindaba la naturaleza con toda su fuerza.

Os transcribo el correo que me envio y en el que me base para hacerle la entrevista en Levando Anclas. Estos es lo que escribio Jesús desde Puerto Bermudez:

FELIZ AÑO NUEVO,CAPITAN…..

Y bien Roge, aqui estamos -y nunca mejor dicho- con el agua hasta el cuello….

Por lo visto, todo el hielo derretido de los Polos, los Andes, los Alpes y los Huimalayas, se vino a condensar en un cumulonimbo biblico sobre  esta tierra perulitica, provocando las inundaciones y crecientes mas grandes conocidas en cincuenta años… ¿Puedes imaginar una creciente de diez metros de altura en un rio de  tres  kilometro de ancho?…. pues ese era el  Pichis  a su paso por el Humboldt el dia 26 de diciembre …. Como la amenaza de inundacion era permanente desde hacia casi dos meses -60 dias de lluvia continua-  yo  estaba "mas o menos" preparado para el Apocalipsis, ademas contaba con la ayuda  de unos pasajeros  japoneses, quienes gozaban la furia de la naturaleza como privilegiados clientes en una suerte de Parque Jurasico… Y es que el rio lo arrastraba todo:casas, cerdos, personas, arboles, … y serpientes, muchas serpientes que pugnaban por salvarse de las aguas buscando un arbol o un palo seco en una tierra inexistente. A las tres de la madrugada el nivel del agua llegaba a un metro y medio sobre el suelo del Albergue; vinieron varios botes a rescatarnos , sin embargo, como  capitan del barco, me negue a dejarlo si antes no lo hacia la tripulacion…  ni los nipones,  mucho menos mis seis gatos , mostraron el menor interes por perderse el espectaculo,… Como bien puedes imaginar, la panoramica desde el segundo piso de la casa era soberbia, impnente….Veinte horas demoro el agua en descender y recuperar su cause natural …. Cuando lo hizo, la vision era bastante patetica…el mar de agua habia sido sustituido por un mar de barro….!!!cinco centimetros de limo depositado sobre  el suelo de la casa y el  grass del jardin!!!….Valdes, trapos, escobas, cepillos, rastirllos, palas…  un ejercito de manos al rescate del barco…. Han pasado ya siete dias  y la cubierta  luce de nuevo limpia y brillante… Ha sido un duro trabajo, pero ahora que paso el turbion , pienso que valio la pena el espactaculo… (aunque me gustaria que no volviera a repetirse en los proximos cincuuenta años….un abrazo, Jesús.

Para más información: www.alberguehumboldt.com