Carlos Villoch es un reconocido fotógrafo submarino vizcaíno que ha vivido y trabajado como instructor de buceo en las islas Caimán, Australia y Papua Nueva Guinea. Trabaja para diferentes empresas internacionales, entre ellas la popular revista americana “Sport Diver”, para la que realiza reportajes en los fondos marinos más bellos del mundo.

Ha buceado en aguas tropicales pero también en la gélida Antartida entre icebergs en donde tuvo un par de avisos de agresión de una foca leopardo. Estos animales, cuyo único enemigo son las orcas, tienen muy pocos encuentros con el ser humano, en el 2003 hubo un ataque mortal con un buceador.

Como contraste es asiduo a las aguas calientes del Caribe y en Oceanía el año pasado estuvo en Micronesia, en las islas de Kosrae y Ponhpei. Buceo con mantas de cinco metros de envergadura, tiburones y observo las pequeñas y enigmáticas pirámides en algunos de los 92 islotes de Ponhpei. Un lugar místico, de culto en el que cuenta la tradición que quien lo profane caerá maldito.

Carlos Villoch es difícil de entrevistarle pues siempre esta de viaje. En los últimos meses se ha movido pro Indonesia, Centro América y Hawai.

En la isla Indonesia de Sulawesi dio un curso de fotografía de “muck diving” o “buceo en suciedad”. Consiste en sumergirse en fondos poco visibles y fotografiar fauna extraña que se oculta entre el fango. Es lo contrario a bucear en aguas cristalinas. En este caso, el aliciente esta en descubrir bichos excepcionales como el “pulpo mimético” que Carlos tuvo la suerte de captarlo con su cámara. Estas inmersiones se realizaron en el estrecho de Lembeh.

Volvió a repetir expedición a Sulawesi, esta vez navego en un barco por la costa sur y pudo fotografiar, una vez más, al diminuto caballito de mar pigmeo.

En Centro América Carlos Villoch fue de fotógrafo con una empresa de Estados Unidos que se dedica a organizar viajes a adolescentes. Después fue Hawai para realizar reportajes para la revista Sport Diver. Estuvo en la isla de Maui, conocida por las grandes olas y el gran ambiente de surf, en donde se congregan los mayores “tamañeros” del mundo. Carlos que también es surfista se quedo impresionado de la altura y potencia de las olas. En Maui se sumergió con las ballenas. Había tantas, unas díez mil, que dificultaba la navegación. Nada más meter la cabeza en el agua escucho los cantos de las ballenas. El sonido se le metía por todo el cuerpo y quedo totalmente impresionado.

En su estancia en Hawai tuvo la oportunidad de llegar a la pequeña isla de Lanai en donde todavía hay playas deshabitadas. Carlos se introdujo todo lo que pudo en la cultura hawaiana – él mismo tiene aspecto de hawaiano, alto, moreno, robusto y pelo largo – y presencio alguna de las ceremonias más tradicionales.

Entrevistamos a Carlos Villoch en el magazine Bulevard, el miércoles 14 de marzo 2007 de 11,5 a 11,25 de la mañana.

Para más información y ver las fotos de Carlos Villoch:  www.magicsea.com