Marcela Basail desde Chetumal: La cara positiva del huracán Dean

Amaia Amezaga y Marcela Basail fueron de las pioneras en la introducción del yoga hace 33 años en Euskadi. Marcela es mexicana y después de pasar por las Bahamas volvió a su tierra. Se asentó en Bacalar, cerca de Chetumal, capital del estado de Quintana Roo por donde paso el huracán Dean en la madrugada del martes 21 de agosto. Nos pusimos en contacto con Marcela para que nos diera testimonio de lo acontecido y nos sorprendió su visión positiva de haber vivido la experiencia de la fuerza desatada de la naturaleza.

No hubo victimas cuando el huracán Dean impacto al sur de la Península de Yucatán con vientos de hasta 325 Km./h.

  

Mi antigua profesora de yoga Amaia Amezaga me llamo por teléfono a la redacción de Radio Euskadi para comentarme que su amiga Marcela se encontraba en Chetumal en un refugio protegiéndose de la embestida del huracán. De inmediato intente localizarle en el móvil pero no hubo manera pues el martes 21 de agosto arreciaba una fuerte tormenta tropical después del paso del Dean. Al día siguiente insistí. La voz de Marcela se escucho en la Casa de la Palabra durante escasamente tres minutos. Advertía que estaban incomunicados y sin ayuda. La conversación se corto. Se escuchaban gritos y Marcela se excuso ya que tenia que auxiliar a un vecino.

Deje pasar una semana para no molestar. El martes 28 de septiembre le volví a llamar desde la redacción. Con serenidad y cierta alegría me relato los aspectos positivos que había dejado el huracán Dean a su paso por Chetumal. Me quede estupefacto por su visión contraria a la esperada. Le anime a que Marcela lo contara en directo y así lo hizo. Le escuchamos en la Casa de la Palabra (28-8-2007) como nos comentaba que el huracán había limpiado y renovado la naturaleza. Los atardeceres y amaneceres desde entonces han sido esplendorosos. Las aves están más vistosas, las flores vuelven a crecer con más fuerza, la laguna de Bacalar, ella vive a su ribera, le brillan sus aguas de azul turquesa.

Entre los vecinos ha brotado la solidaridad. Todos se echan una mano. También piensa que ha sido positivo quedarse sin luz durante días pues no han tenido contaminación lumínica y en definitiva la experiencia ha sido un contacto muy intimo con la naturaleza.

Fue emocionante cuando describió como los árboles les protegieron de los fuertísimos vientos y como estos fueron arrancados de raíz. Ahora los vecinos tiene claro que una de las prioridades es reforestar.

Gracias a Marcela Basail Heredia por darnos desde Chetumal una lección de positivismo. Una forma distinta de dar la noticia que difiere a la habitual en los medios de comunicación.

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