El joven Ernesto Guevara en su segundo viaje por Sudamérica

Carlos “Calica” Ferrer, amigo de Ernesto Guevara desde niño, rememora para la Casa de la Palabra, un periplo por Sudamérica con quien luego se conocería como el Che. Partieron de Buenos Aires en tren, una fría tarde del 7 de julio de 1953. La intención era visitar diferentes países hasta llegar a Venezuela en donde harían dinero para continuar viaje, posiblemente hacia Europa. Con pocos bienes y llevados por el azar nunca alcanzaron su destino.

  

Carlos Calica Ferrer conoció a Ernesto Guevara a los tres años, en la pequeña ciudad cordobesa de Alta Gracia, en Argentina. Su padre fue el medico de Ernestito, que a los cuatro años se mudo con toda su familia a esa localidad serrana, para tratarse de asma. Calica y Ernesto compartieron juegos, peleas, estudios, vida familiar, travesuras. Juntos entraron en la adolescencia y estudiaron medicina aunque Carlos no termino la carrera.

Cuando Ernesto Guevara regresó de su primer viaje por Latinoamérica con su otro amigo Alberto Granado (la historia se recoge en la película “Diarios de motocicleta”) le pidió a Calica que le acompañara a emprender un segundo trayecto hasta Venezuela, donde se reencontraría con Granado que se había quedado trabajando como bioquímico en el leprosario de Cabo Blanco, en La Guaira.

Ernesto termino de aprobar las asignaturas que le faltaban de Medicina y con el titulo en el bolsillo se vio libre para acometer una nueva vida. Tenia 24 años y Calica uno menos. Eran dos jóvenes de clase media que partían con un destino incierto y con unos pocos pesos que habían recolectado entre los familiares.

Como narra Calica: “El plan era sencillo: nos ibamos en tren, a dedo, en camiones, en lomos de burro, en lo que fuera que saliera gratis o casi hasta Venezuela y allí nos encontrábamos con el Petiso Granado”.

Durante cuatro meses recorrieron Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador. En el camino los intereses de Ernesto derivaron más hacia lo político y cambio el destino del viaje. En lugar de dirigirse a Venezuela opta por Guatemala a observar el proceso político que se daba en este país. En el país Centroamericano se gestaba un gobierno de izquierda liderado por el militar Jacobo Arbenz.

Calica decidió continuar hasta Venezuela. Se separaron con un “hasta luego” pero nunca se volvieron a ver más.

Cincuentaidos años más tarde, Carlos Calica Ferrer se propuso escribir los recuerdos de aquel viaje en donde Ernesto emprendió el camino que poco más tarde le llevaría a participar en la revolución cubana. El titulo es “De Ernesto al Che”. La primera edición se publico en diciembre de 2003 en Buenos Aires. Se ha traducido a varios idiomas, ingles, italiano, alemán, rumano, griego e incluso a uno de los idiomas de Indonesia en donde lleva ya tres ediciones. Entre nosotros se publica estos días gracias a editorial Txalaparta.

Carlos Calica Ferrer ahora tiene 78 años y buena salud. Desde Buenos Aires compartió con la audiencia de la Casa de la Palabra algunos de los capítulos que vivió con Ernesto Guevara en aquellos años mozos.

www.txalaparta.com

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