Gerardo Viana Foncea nació en 1925 en Ortuella, se afinco desde muy pequeño en Karrantza. Hijo de padre minero fue un “Niño de la Guerra Civil Española”. En 1937 se embarco hacia Rusia. Hasta 1992 no pudo asentarse en el País Vasco. Durante los 55 años que vivió en su país de adopción , estudio dos carreras universitarias. Trabajo de profesor de niños huérfanos de la II Guerra Mundial por lo que fue distinguido publicamente por el Gobierno Soviético. Pero aún tuvo más éxito en la faceta de bailarín y coreógrafo. Recorrió los principales teatro de la extensa Unión Soviética e incluso llego a representar en Ulam Bator, la capital de Mongolia. En su azarosa vida dio clases a los padres del celebre bailarín Igor Yebra y conoció a grandes figuras de la ópera.

El ayuntamiento de Karrantza ha publicado la biografía de uno de sus vecinos más ilustres, Gerardo Viana Foncea, bailarín, corógrafo y profesor de danza que tuvo un gran éxito en la Unión Soviética.

Con la caída del frente norte, el Gobierno Autonómico Vasco organizo una serie de evacuaciones de niños, entre 5 y 15 años, al extranjero. Los países que acogieron al mayor número de ellos fueron Francia, Inglaterra, Rusia, Bélgica, Suiza, Dinamarca y México. El 12 de junio de 1937 partía la expedición a la Unión Soviética. Los niños llegaron a Lenningrado (actual San Petersburgo) y después Moscú.

Gerardo Viana escribe: “Nadie sabia lo que seria de nosotros. El bombardeo de Gernika, zona republicana y capital simbólica de los vascos, supuso el inicio de las tres evacuaciones organizadas y masivas de los niños vascos. Todos creíamos que sería algo temporal y que pronto estaríamos de vuelta, pero una gran parte no regreso jamás.. De todos modos no me quejo, porque en la URSS he vivido una vida difícil, pero bastante interesante. Hablar de mi vida es sumergirse en una época, un país y una forma de vida. Viví en la época de esplendor socialista. En un país que implantó un sistema económico en el que se cuidaba y mimaba de sobre manera la cultura, el deporte y el arte. Puedo decir que en la URSS tuve una infancia feliz, que pude estudiar piano y más tarde obtener dos títulos universitarios. Trabajé más de 40 años con los niños huérfanos soviéticos de la Segunda Guerra Mundial como maestro y organizando y montando ballet en los mejores teatros de la ópera y ballet de la URSS…”

Gerardo Viana consigue regresar por primera vez al País Vasco en 1957. Trabaja de profesor de ballet en la ABAO. Deja semilla y una honda huella, entre otros da clases a los padres de Igor Yebra. Regresa a la Union Soviética a buscar a su familia pero no le dejan volver. En mayo de 1978, cuando estaba en su mayor auge profesional, tiene un grave accidente de trafico en Turkmenia que le deja parapléjico. No pudo bailar pero continuo con la enseñanza y las corografías. En 1992 se instala con su familia definitivamente en el País Vasco. Dos años después la Ministra de Cultura Carmen Alborch le concede la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en su categoría de planta.

Conversamos con Gerardo Viana en la Casa de la Palabra (22/1/2008).

Agradecemos la colaboración del vecino de Karrantza Patxi Paliza Monduate por habernos presentado a nuestro protagonista.

El libro “¡De Carranza a Siberia y más alla…! se vende en las librerías de la zona y también en Elkar Megadenda.