Mikel Ayestaran es un periodista freelance especializado en Oriente Medio. Ha llegado a alquilar una apartamento en Teherán. Estuvo presente en la invasión del ejercito israelí en el Líbano y durante los últimos 30 días ha estado en Bagdad, Kabul y Bamiyan. En la capital de Irak estuvo para cubrir el 5º aniversario del inicio de la guerra. En Kabul, ciudad que visita asiduamente, comprobó como avanza la adicción de la heroína y acompaño a una delegación de la UNESCO a Bamiyan, lugar en donde los talibanes destruyeron los grandes budas excavados en la montaña.
Mikel Ayestaran, por primera vez fue con una cámara de video a Oriente Medio. De esta manera se ha convertido en un reportero totalmente autónomo que envía sus reportajes para prensa y ahora también para televisión sin tener que contratar los servicios de ningún cámara ajeno. De esta manera hemos podido ver en los informativos de Euskal Telebista los pequeños reportajes que ha realizado por su cuenta y riesgo en Bagdad y Afganistán.
El pasado lunes (21/4/2008) estuvo en la Casa de la Palabra relatándonos la experiencia. En Bagdad se hospedo en el hotel Palestina en la planta 8ª. El mismo edificio donde fue asesinado por el ejercito de Estados Unidos el cámara José Causo. En el quinto aniversario del inicio de la guerra de Irak apenas había periodistas y este hotel, por aquellas fechas centro de reporteros, ahora estaba triste y casi sin huéspedes. Da una idea de la poca fuerza informativo de un conflicto tan sangrante como el de Irak.
Mikel nos describió la forma de aterrizar en picado en el aeropuerto de Bagdad. Nos explico como los habitantes de la capital de Bagdad intentan hacer una “vida normal” pese a la extrema situación bélica. Además de cómo el visitante se ve envuelto de la atmósfera de una ciudad como Bagdad y el río Tigris origen de nuestra civilización.
Mikel Ayestaran no perdió la oportunidad en volver a Kabul. Suele visitar la capital de Afganistán cada cuatro meses. Se intereso por conocer la evolución de la ayuda humanitaria a la ciudadanía. Otro de sus reportajes fue sobre la drogadicción y se percato que durante estos últimos años se ha pasado de la consumición del opio a inyectarse heroína.
Mikel aprovecho una misión de la UNESCO a Bamiyan para acercarse a este lugar tan espectacular de la geografía de Afganistán.
Bamiyan es un valle verde situado a 2.500 metros de altura en las estribaciones del Hindu Kush. Fue una parada importante en la Ruta de la Seda. Hace 1500 años monjes budistas esculpieron en sus montañas budas gigantes, la de mayor altitud media 55 metros. El 8 de marzo 2001 las estatuas fueron dinamitadas por orden de los talibanes.
Se ha tardado siete años en recolectar los restos y ordenar las piedras. La delegación de la UNESCO fue a valorar el coste de la reconstrucción. Los habitantes del lugar son los azaharas a quines los talibanes les hacían la vida imposible. Mikel entrevisto al hombre de la localidad que obligaron, arriesgo de su vida, a explosionar los budas gigantes. También siguió la pista del mito de la existencia de un buda de 300 metros escondido bajo tierra. Un equipo alemán opina que es una realidad y esta en su búsqueda.
