Maite Ikaran es una bióloga de Getxo especializada en tortugas marinas. Después de investigar en Costa Rica y Cabo Verde ha terminado su tercera campaña en las playas del Parque Nacional de Pongara en Gabón. En un rustico campamento ha estudiado la anidación de la tortuga laúd. Ha trabajado junto con otras cinco personas. Sin electricidad ni agua corriente el avituallamiento se hace por mar y con suerte lo reciben una vez al mes. Maite Ikaran nos relato esta nueva experiencia en la Casa de la Palabra (19/5/2008).

Maite Ikaran esta becada por el departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco. Contratada por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y también cuenta con la colaboración de la estación biológica de Doñana. Realiza la tesis doctoral sobre la anidación y conservación de la tortuga laúd en las costas de Gabón, en el África central.

Ha realizado tres campañas sobre el terreno, los expertos estiman que es el punto más importante del mundo de incubación de la tortuga laúd. Un lugar hasta ahora nunca estudiado. La época en que las hembras van a depositar los huevos es de octubre a abril. Maite junto con cinco guardas del Parque Nacional de Pongara permanece en un campamento montado a pie de playa.

Esta al sur del estuario de Komo. El poblado más cercano se encuentra a 12 kilómetros. La comunicación es por vía marina. El objetivo es tratar de evaluar el éxito de incubación de los nidos de la tortuga laúd. Un nido tiene como media 100 huevos. Menos del 50% son productivos. La muertes son por hechos naturales, los huevos son arrastrados por las mareas, comidos por los cangrejos o insectos como hormigas.

La laúd es la de mayor tamaño de las siete especies de tortugas marinas existentes y la más antigua desde el punto de vista evolutivo. Bate varios record, con emigraciones de más de cinco mil kilómetros e inmersiones hasta de mil metros. Defiere también de otras especies porque su caparazón es de piel de cuero grueso y tiene siete quillas.

Una vez que las tortuguitas se introducen el mar desaparecen para siempre, no se sabe con certeza que rumbo toman.

La contabilidad de los nidos los realiza Maite a la noche. Parte de su trabajo es también la de formar a los guardas locales.

Maite nos comento la historia del misterioso hipopótamo que vive cerca de ellos. Nunca lo han visto pero sus huellas se ven en la playa perdiéndose en la mar con habitualidad. Es un animal al que le gusta bañarse en el agua salada. Los nativos piensan que es un genio. También hay que piensa que Maite con su cabellera rubia y ojos azules es una bruja hechizada por las tortugas.