Josu Iztueta, Dina Bilbao, Nekane Urkia, Ángel Ortiz y Txiki Plazas, todos ellos de Tolosa, organizaron en 1988 la travesía de Groenlandia de costa a costa. Fue la primera expedición vasca sobre hielo por encima del circulo polar ártico. Avanzaron con esquís, arrastrando cuatro trineos, a dos de los cuales tuvieron la ingeniosa idea de ponerles una vela. Para orientarse utilizaban, como los antiguos marinos, el sextante. Después de 34 días de travesía por un desierto blanco alcanzaron su destino. Con motivo de la celebración de los 20 años entrevistamos a Nekane Urkia y Txiki Plazas en la Casa de la Palabra (4/6/2008).

En 1988 Nekane, Dina, Josu y Ángel vivían juntos en la misma casa. Eran grandes aficionados a los viajes, al esquí y a Escandinavia. Tenían entre 27 y 31 años. Admiraban a los personajes que hicieron historia en el Ártico como Nansen. Justamente un siglo antes, en 1888, este explorador se quedo atrapado entre los hielos. Los tolosarras quisieron hacerle un recordatorio con una expedición que se llamo “Nansen cien años después”. Solicitaron la compañía de un quinto amigo, Txiki, y los cinco partieron para Groenlandia.

En 1988 había pocas referencias sobre el proyecto que trataban de realizar. Contactaron con Ramón Larramendi que en 1986, con 19 años y con unos amigos, con esquís de travesía, habían logrado atravesar Groenlandia de este a oeste.

Los exploradores de Tolosa optaron por utilizar otra técnica con la que, en la practica, acortarían en días la travesia de Larramendi. Llevaron un esquís especiales, una combinación entre los de fondo y travesía. Además, de una forma rudimentaria, idearon el trineo propulsado a vela.

Una de las grandes características con el resto de las expediciones al uso, mayormente montañeras, es que era horizontal y no vertical. Una expedición de no retorno. La salida era siempre hacia delante pues seria inútil regresar. No llevaban ayuda ni comunicación externa. Me acuerdo que antes de partir, los esquiadores tolosarras me comentaron que habían dejado el mensaje de que si no llegaban al destino propuesto en menos de 45 días es que la aventura no iba bien y habría que preparar el rescate.

Por aquel entonces no existía el teléfono móvil ni la telefonía por satélite y el GPS era voluminoso y pesado. Para orientarse usaron el sextante. Cruzaron el Inslandis, la gran meseta central de Groenlandia, un desierto blanco de hielo sin referencias, no vieron a una sola persona y no tenían la certeza de ir por el buen camino.

Calcularon provisiones para poco más de 40 días. Partieron de Tasilak en la costa este y felizmente llegaron a Somdre en la costa oeste. La ruta transcurrió entre la latitud de 66 a 67 grados norte.

Cuatro de los cinco protagonistas (Dina Bilbao desapareció unos años después en navegación por el Caribe) quisieron recordar esta expedición a Groenlandia de 1988. El acto fue el pasado jueves en la Kultur Etxea de Tolosa. Se proyecto el documental de 33 minutos que por aquel entonces grabaron. La charla fue un gran éxito pues participaron 140 personas.