Magdalena Correa. Un artista audiovisual en los desiertos de Atacama y Gobi

Magdalena Correa es una artista chilena que desde su infancia a tenido interés por las personas que habitan lugares extremos y solitarios. Se puso en marcha y por la carretera Austral llego hasta la XI Región de Aysén en la Patagonia de su país. Un lugar aislado y olvidado, donde la naturaleza se conserva virgen, en donde como nos decía Magdalena: “El cielo y la tierra se confunden”. En busca de grandes soledades viajo del sur al norte, al desierto de Atacama. Se paseo por los pueblos abandonados de la época dorada de las salitreras. Quiso compararlo con la vida del desierto de Gobi, situado entre China y Mongolia. La estancia en estos dos lugares tan áridos de la tierra y los testimonios recogidos en fotografía y video son el motivo principal de dos exposiciones celebradas en Barcelona y Santiago de Chile.

  

Magdalena Correa nació en Santiago de Chile. Desde 1997 reside en Barcelona. En la universidad Politécnica de Cataluña hizo el doctorado en fotografía y video. Ha expuesto en Casa Asia de Barcelona y en la Fundación Telefónica en Santiago de Chile un montaje con fotografías y videos de los desiertos de Atacama y Gobi.

Magdalena nos confesaba: “Desde pequeña me atrajeron los grupos humanos que vivían una realidad absolutamente distinta a la mía. Soñaba con descubrirlos y hacerlas propias, que fuesen parte de mi historia. En cuanto pude, emprendí el viaje.”

Hasta el momento ha realizado cinco proyectos artísticos. Todos ellos tienen el objetivo de encontrar lugares extremos, diferentes al medio de donde ella proviene. De esta manera bajo a la XI Región de Aysén en la Patagonia chilena. Donde la naturaleza puede con el hombre. Llego hasta donde termina la carretera y convivo con familias alejadas de cualquier signo de civilización, no hay electricidad ni vehículos a motor.

Al norte de la larguísima y angosta geografía chilena fue en busca de los pueblos fantasmas del desierto de Atacama. En otro tiempo, a principios del siglo XIX, fue una zona pujante por las minas de salitre. Los ingleses levantaron más de 150 centros urbanos. El último que se abandono fue la salitrera Pedro Valdivia en 1985.

A los desiertos de Atacama y el Gobi les une las minas de cobre. Magdalena recorrió en camión estas soledades de China y sobre todo Mongolia. Le impacto la cultura nómada que no deja rastro. Llego a la conclusión que los habitantes del Gobi tienen más esperanza que los de Atacama.

Magdalena ha escrito: “Siento la necesidad vital de vivir e investigar territorios geográficos y humanos que se encuentran en estado de abandono y olvido absoluto. Desvelar mediante mi propia interpretación realidades existentes, absolutamente ajenas y desconocidas a nuestra cotidianidad habitual que pasan desapercibidas o dormidas en nuestra conciencia, consecuencia de nuestra ignorancia, utilizando como soportes la fotografía y el video”.

Entrevistamos a Magdalena Correa en Levando Anclas (21/9/2008)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *