La reserva de la nación navajo, un territorio tan grande como dos veces Catalunya, esta repartido entre Utah, Arizona y Nuevo México. En La Casa de la Palabra (5/6/2009) nos visito Vanesa Schmitt, nació y creció en la reserva navajo de Arizona. Profesora de inglés, realiza el doctorado sobre literatura navaja a través del departamento de ingles de la Universidad de Salamanca. En esta ciudad conoció a un estudiante bilbaíno y desde septiembre de 2008 reside a orillas del río Nervión. Nos hablo de la identidad de los navajos, forma de vida y rituales.
El padre de Vanessa Schmitt es alemán y su madre navaja. Como es una sociedad matriarcal se crió en esta cultura indígena.
Los navajos llevan en Arizona desde hace mil años y desde hace cien se comenzó a dejar constancia de la literatura escrita. Vanessa considera que la voz de su pueblo ha sido silenciada pero desde hace unos años comienza respetarse y están recuperando el tiempo perdido.
La cultura navaja se basa en el contacto con la naturaleza y en una simbología propia en donde son fundamentales los rituales. Nos explico como se celebra el paso de la infancia a la madurez en donde, el pastel de maíz es imprescindible. Vanessa afirmo: “decimos que somos gente de maíz, corn people”.
La joven nativa del pueblo navajo evoco la añoranza que siente por el paisaje de su tierra, entre otros por el Monument Valley, en donde “te sientes como una hormiga”.
Le preguntamos por las famosas puestas de sol y su reflejo en las arenas rojizas que forman un calidoscopio. Dicen que no hay dos atardeceres iguales y Vanessa aseguro con rotundidad que “las puestas de sol duran horas”.
Vanessa Schmitt vuelve todos los veranos a la reserva en Arizona.
Suele ofrecer conferencias sobre la cultura del pueblo navajo. El contacto es:
Más información: www.navajo.org
La entrevista con Vanessa Schmitt esta cogada en: www.eitb.com
