Alen Silva (Durango 1973) ha realizado en dos ocasiones la Ruta de la Seda. De la primera experiencia surgió el libro “Una ventana a la tragedia”, fotografías en blanco y negro de su estancia en Afganistán. En la segunda travesía destaca la caminata con un burro por las montañas del norte de Pakistán. Alen vuelve a Levando Anclas este domingo 21 de junio de 2009.

Alen Silva en 2005 realizo un viaje de nueve meses por la Ruta de la Seda. Como siempre viajaba sin billete de vuelta y sin demasiado planificación. Lo importante para él es vivir el camino. Por ello viaja mucho en autostop. Su meta era llegar a la India pero se quedo a las puertas en Pakistán. Partió de Jordania y continuo por Siria, Turquía, Irán, Pakistán y entro en Afganistán.

Conoció la realidad de los afganos refugiados en Peshawar. Se compro una cámara fotográfica y unos carretes en blanco y negro y durante 40 días se interno en Afganistán en donde retrato la dura realidad. Con la colaboración de escritores como Bernardo Atxaga, Toti Martínez de Lezea, Miren Agur Meabe o los músicos Benito Lertxundi y Fermin Muguruza edito el libro “Afganistán, una ventana a la tragedia” con 120 imágenes de lo que allí vio.

En febrero de 2007 emprendió de nuevo el camino, esta vez desde Estambul. En enero de 2008 termino el viaje en Vancouver por falta de dinero.

Fue por el Mar Negro. Un amigo le brindo una casa en Tibilisi la capital de Georgia en donde permaneció durante un mes. Prosiguió por Armenia, Irán y volvió a Peshawar en Pakistán a visitar a viejos conocidos. Subió a las montañas del norte del país pues era un lugar que tenia pendiente del viaje anterior. Estuvo por los valles de Chitral y Kalash. Camino entre abismos. Las dimensiones le parecieron tan asombrosas que pensó debería recorrerlo paso a paso. Saborear  despacio aquel paisaje que se le escapaba.

Se le unió un suizo y compraron, por 50 euros,  un burro en Sorlafpur, un pueblo que no aparece en el mapa, a las faldas de Shantur Pass a cuatro mil metros de altitud. Cerca esta el campo de Polo más elevado del mundo.

Caminaron en donde se junta la cordillera del Hindu Kush y el Karakorum. Alen dice: “El paisaje es sobrecogedor”. Les rodeaban montañas de más de seis mil metros.

Durante más de una semana del mes de agosto anduvieron a la vera de un río hasta que comenzó el asfalto. Hacían una media de 25 a 30 kilómetros al día. Querían alcanzar la frontera con China pero el burro se asustaba del trafico en la carretera. Lo vendieron al dueño de un hostal que además les dejo dormir gratis una noche.

Se quedaron en Gilgit. Paso tres meses en China. Estuvo en Turfan el tercer punto más bajo del planeta, tiene menos 154 metros bajo el nivel del mar. En Mongolia permaneció un mes con una amigo alemán. De Hong Kong voló a Vancouver en donde prepara una versión inglesa de su libro sobre Afganistán, esta vez con autores anglosajones.