Martuca Casuso. Una viajera de corazón por Namibia e India.

Martuca Casuso es una viajera de Cantabria que se autodefine como viajera de corazón. Y no es para menos porque recorrió Islandia en autostop, ha residido en Holanda y Noruega. Estuvo un año en Namibia y ha llegado de un periplo de quince meses por India en solitario.


Martuca Casuso es geografa. Estuvo becada durante siete meses en Holanda en un proyecto de cooperación en donde elaboró un mapa de conflictos.

En Namibia trabajo para el gobierno en un proyecto de recursos en las escuelas. Viajo a lo largo y ancho de este país africano con una compañera mexicana.

Circularon por carreteras perdidas en la mitad de la nada ya que Namibia es un extenso país con tan solo dos millones de habitantes.

En cierta ocasión, en el río Okavango, fueron atacadas por un hipopótamo. Pasaron terror cuando abrió su enorme boca cerca de la frágil canoa en donde navegaban. Muchos fines de semana los pasaban en el Parque Nacional de Tosha, cuya superficie es más grande que Holanda. Cuando dormían oían de cerca a los elefantes y leones. Vivió momentos de tanta emoción que el corazón parecía que se le salía por la boca.

Visitaron en varias ocasiones a los himba y Martuca bailaba y cantaba con ellos.

Enamorada de un nativo se trasladaron a Noruega en donde él daba clases de música africana. Vio la aurora boreal… el amor se fue… De regreso a Cantabria sintió la llamada de la India y volvió a cargarse la mochila. Primero fue seis semanas. Estaba tan entusiasmada que vendió el coche y regreso para quedarse 15 meses.

Comenzó su andadura por el Rajastan. En Dharamsala le robaron. En Manali se bañaba en las aguas termales.

Le gustaba moverse con calma y permanecer durante días en un lugar para observar la vida pasar. Dejarse llevar por el destino para ver que encontraba.

Se paseo por el valle de Spiti en el Himalaya. Fue lo que más le gusto de la India. Se quedaba con la boca abierta, impresionada.

Compartió con los pastores. Jugaba con los niños.

Buscaba música y baile. En el norte de Calcuta conoció a los “baúles”, santones que cantan y lloran a la vez durante un par de horas al amanecer. Estuvo un largo tiempo con una familia baúl.

En Karnataka estuvo en el ashram del guru Sai Baba. Durante un mes estivo orando en Puttaparthi.

Durante días buscaba templos como el de Gauri, la diosa de la abundancia. Permaneció en ashrams practicando yoga y oración. Martuca se metió en muchas aventuras, algunas de ellas no sabia como salir.

Martuca Caususo transmite con energía, sentimiento y convicción sus viajes por Nambia e India este domingo 1 de noviembre en Levando Anclas.

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