Patxi Urzaiz, marino de Lezo (Gipuzkoa), residente desde 1999 en la isla de Santorini, navega por las islas griegas a vela llevando a clientes. Patxi ha dejado de pertenecer al club de los escépticos, el club de aquellos que solo creen lo que ven. Nada más comenzar el verano, el 24 de junio, realizo una navegación en solitario desde Atenas a la isla de Kalimnos en el Dodecaneso. Entre Naxos y Levitha dicen que se dan fenómenos extraños, algo parecido al triangulo de las Bermudas. El caso es que después de una tarde muy calurosa llego la lluvia que a su vez dio paso a un gran arco iris, tan grande y penetrante que Patxi fue abducido por sus colores y hasta el día de hoy los tiene impregnados en su piel. Nos ha contado la experiencia en la Casa de la Palabra este lunes 28 de diciembre 2009. 

Patxi Urzaiz no sabe como siente tan de pleno su vocación de marino ya que su familia proceda de la Ribera Navarra y no tiene ningún antecedente marino. Sin embargo siente una gran atracción por los mares. Estudio para marino en Pasaia. En 1999 salió con una pequeña merlucera de Hendaia y arribo en la isla de Santorini en donde se instaló. 

En la temporada de verano realiza travesías  entre las islas y las costas del Peloponeso. El 24 de junio de 2009 le encomendaron la tarea de transportar un velero desde el puerto de Atenas hasta Kalimnos. Esta isla no queda lejos de la costa de Turquía. Es famosa por la calidad de esponjas que se recolectaban en sus aguas.

La distancia que debía cubrir es de más de 400 millas marinas. Después de un día y medio llego a la isla de Naxos, la más grande de las Cicladas. Fue muy renombrada en la antigüedad por sus minas de mármol. Despues de un buen sueño reparador Patxi se hizo de nuevo a la mar alrededor de las 4 de la mañana. Esta iba a ser la última y más larga etapa. 

El tiempo era magnifico. La bóveda celeste era una autentica maravilla tanto es así que Patxi afirma que las estrellas creaban un espectáculo único, sobrecogedor como pocas veces había contemplado. Casi sin darse cuenta a las 14 horas se hallaba a pocas millas de la isla de Levita, refugio de piratas y otomanos que en la antigüedad guerreaban convirtiendo las Cicladas en un campo de batalla. 

El solo ahora calentaba abrasador. Sobre las 16 h empezó a nublarse el cielo. A la media hora caian las primeras gotas grandes. La mar se quedo completamente blanca, no se veía a cincuenta metros y la furia de la lluvia contrastaba con el sobrenatural aspecto de la mar. Estaba lisa como un plato.

Patxi estaba tan mojado que decidió desnudarse completamente.

Sobre las 18 h un magnifico arco iris se dibujo en el cielo. Era un verdadero pórtico de luz multicolor. El tamaño abarcaba todo el mar Egeo hasta donde la vista de Patxi podía llegar. Pero lo que más le llamaba la atención a Patxi fue la “violencia de sus colores”. Nunca había visto un rojo con tanto fuego, el verde era más vistoso que cualquier planta, el amarillo era cegador y el violeta era como una descarga eléctrica. Al cabo de un rato empezó a notar que tenia alucinaciones: el arco iris no solamente no se desvanecía como acostumbra hacerlo después de la tormenta, si no que parecía acercarse cada vez más hacia el barco. Patxi observó que estaba rayado con los colores del arco iris y lo más sorprendente que su piel estaba impregnada de la misma manera.

Patxi Urzaiz nos ha contado la historia en la que también han intervenido Dani Ruiz, matemático, profesor de la Universidad de las Baleares y el biólogo Rafa Salcedo. Los dos han intentado explicar este fenómeno atmosférico y el caso vivido por el marino de Lezo.

Atención el contacto con Patxi es: www.navegaconpatxi.com