El fotógrafo  y escritor Joseba Bontegui es uno de los grandes conocedores de la ballena y del litoral patagónico argentino. Ligado por tradición familiar al puerto de Donostia, quiso indagar en la historia y comportamiento de la ballena franca o ballena de los vascos. A finales de 1999 viajo a Península Valdés, en la Patagonia argentina, un punto de gran concentración de este tipo de cetáceos marinos. Se quedo durante ocho meses. Regreso otras dos temporadas cada vez por más tiempo. Posee un archivo de más de diez mil fotografías y ha escrito dos libros: “Jugando con ballenas” (2002) y “La casa de las ballenas” (2009). 

Joseba Bontegui lleva el mar en la sangre por tradición familiar. Licenciado en Bellas Artes, fotógrafo y escritor, si interesa por la historia y actualidad de la ballena que pescaban los vascos en el siglo XV y XVI. En el 2009 se fue a Canadá pero allí le indicaron que el mejor lugar para observar la ballena franca en la actualidad era Península Valdez en la Patagonia de Argentina. Se instalo en Puerto Pirámides, por aquel entonces era un pueblito de cien habitantes todos ellos volcados en la ballena y el mar.

La primera que se sumergió entre ballenas fue acompañado de un fotógrafo argentino. Era una ballena que amamantaba a un ballenato.

La ballena franca o ballena de los vascos se caracteriza por las callosidades que tiene pegadas a su piel. Mide unos 15 metros y pesa 40 toneladas. Joseba destaca de ella su gran delicadeza y por la gran paz que transmiten. Le denominan “franca” porque es muy noble y amigable por ello y era muy fácil de cazar. 

En el año 1650 se dio por extinguida comercialmente este tipo de ballena que se acercaba por la costas del Cantábrico los meses de otoño e invierno. Los pescadores vascos fueron a cazarla a Terronova.

Joseba Bontegui, en su segundo libro, “La Casa de las ballenas. Crónica de in viaje por la Patagonia atlántica” recoge el testimonio de las personas relacionadas con el mundo de este gran cetáceo. Mariano Van Gelderen es co0nocido como el “Rey de las ballenas”. Desde hace más de 35 años toda su vida a girado en torno a las ballenas y Península Valdés. Fue la primera persona que comenzó con la actividad de avistaje de ballenas.

Jorge de Pacualli es toro de los amigos de Joseba Bontegui al que le describé de la siguiente manera: “Es guarda fauna de Península Valdez desde hace 40 años. Al contrario que Mariano, es un hombre lleno de curiosidad y estudioso del lugar. A los años de los años se ha convertido en historiador y biógrafo de todo lo que tiene que ver con su tierra amada. Yo lo había visto como una persona que vivía en lo alto de la lobería; una especie de monje retirado del mundo. Veía en sus ojos chispeantes y llenos de vida la tranquilidad de los hombres que saben vivir en soledad, se conocen a si mismos y han aprendido a aceptarse tal y como son. Con muchas cosas buenas y con sus errores, como él suele decir”.

Joseba Bontegui visitó la Casa de la Palabra (8/2/2010) en vísperas de su nueva partida hacia Argentina en donde se instalará indefinidamente. Quiere vivir entre Buenos Aires y Puerto Valdés. Su intención es realizar un trabajo sobre el segundo centenario de la fundación de Buenos Aires, publicar su segundo libro revisado en Argentina y ofrecer sus servicios en una revista boliviana.

“La Casa de las ballenas” se baja en Internet: www.lulu.com

www.lacasadelasballenas.blogspot.com