En La Casa  de la Palabra (11/4/2010) dimos a conocer la experiencia que ha tenido la Euskadiko Ikasleen Orkestra en Venezuela. Han realizado un intercambio con el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles, un proyecto que recupera niños de la calle y los convierte en maestros de música clásica.

Iñaki Lagos coordinador de la orquesta EIO (Euskadiko Ikasleen Orkestra),  la joven violinista Laura Gallo y la percusionista Nerea Quinconces estuvieron en La Casa de la Palabra para comentar su estancia en Venezuela.

La orquesta vasca formada por 87 alumnos de música con edades comprendidas entre 12 y 18 años han regresado de un viaje que consideran inolvidable. Tomaron contacto con la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV). Un programa de educación musical  creado por el economista José Antonio Abreu hace 35 años con la intención de dar oficio y cultura a los niños y jóvenes más marginados. Este proyecto artístico social esta formado por una red de 120 orquestas juveniles y 60 infantiles que llega a numerosos barrios del país sudamericano. La idea ha tenido tanto éxito que se ha exportado por todo el continente americano incluso en el Bronx de Nueva York.

Grandes músicos actuales se ha educado en las orquestas de creadas por Abreu, como es el caso de Gustavo Dudamel actual director de la orquesta de Gotemburgo en Suecia.

Euskadiko Ikasleen Orkestra es una orquesta sinfónica fundada hace cinco años. Agrupa a estudiantes de los centros de música de Euskadi. Llevaban dos años preparando el reciente viaje a Venezuela. Ha merecido la pena la visita ya que llegan entusiasmado de la relación que han mantenido con sus colegas al otro lado del Atlántico.

Destacan  el amor al oficio de músico de los jóvenes venezolanos y la alegría con la que tocan, son imbatibles y tocan hasta en los ratos libres.

La red esta tan extendidas que cubre la mayoría de los barrios de Caracas. Los muchachos ensayan cuatro horas diarias los siete días de la semana.

Los jóvenes vascos tuvieron oportunidad de conocer personalmente a José Antonio Abreu.  Trabajaron y dieron un concierto conjunto con la Orquesta Francisco de Miranda de 90 músicos. Tocaron unidos La Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonin Dvorak.