Kepa Baqueano saca la luz una historia olvidada y que tampoco tuvo demasiada repercusión en su época: la búsqueda de petróleo en Álava. A lo largo del siglo XX se perforaron con decenas de pozos la geografía alavesa. Por las condiciones geológicas los técnicos pensaron que de su subsuelo debía brotar el “oro negro”. Joseba Gurutz de Vicente de la asociación naturalista Haritzalde nos informa del encomiable trabajo que realizan a favor de las aves y su reproducción con las cajas nidos que colocan en los bosques del área donostiarra. Joseba Gómez es el guionista del cómic “Ciclocirdo”, acaban de publicar el tercer volumen con el titulo de “Un continente de esperanza” en donde se destacan grandes personajes africanos implicados en los derechos humanos y el medio ambiente. El periodista navarro Nicolás Dorronsoro nos explica la labor de la organización de enseñanza jesuita Fe y Alegría en el Chad.
KEPA BAKEDANO. LA BÚSQUEDA DE PETROLEO EN ALAVA.
Araba pudo ser Arabia. En La Casa de la Palabra conocimos una historia inédita: la búsqueda de petróleo en Álava. La época en donde más pozos se perforaron fue desde 1959 a 1970. Era el lugar de la Península en donde se hizo más hincapié en buscar el llamado oro negro y también gas. Se llego perforar a más de cinco mil metros de profundidad. Nos lo contó Kepa Baquedano, químico y físico- que se ha empeñado en rescatar del olvido la búsqueda del petróleo en este territorio histórico.
Su padre Benjamín, natural de Estella, trabajo casi 40 años en esta tarea, su hijo Kepa quiso dejar constancia con la publicación “La búsqueda de petróleo en Alava”.
Desde el punto de vista geológico este territorio tenia muchas posibilidades ya que hace 150 millones de años – cuando se formaron los grandes yacimientos en lugares como Arabia – en Alava se daban condiciones similares pues estaba cubierta por un mar cálido, poco profundo y mucha vida en sus arrecifes.
El primer pozo se perforo en 1911 en Agurain. Hubo un paron hasta que a partir de 1955 hasta 1970 la labor fue continua e insistente. El último pozo se hizo en Armentia (en la entrada a Gasteiz) en 1997. En total se perforaron más de 140 mil metros.
Los resultados fueron escasos. En el pozo denominado Castillo II se encontro gas y se construyo un gaseoducto utilizado por dos empresas durante 18 años.
“La búsqueda de petroleo en Alava” edita Eusko Ikaskuntza.
JOSEBA GURUTZ DE VICENTE. CAJAS NIDO EN LOS BOSQUES DE DONOSTIALDEA.
Nos visito por segunda vez Joseba Gurutz de Vicente, miembro cofundador de la asociación de naturaleza Haritzalde y autor del libro “Parque Kristina Enea-Gladys. Nos habla de las cajas nido que mantienen en los bosques y plantaciones de árboles de Donostia, Astigarraga y Errenteria-Orereta. Son 30 cajas que cuidan con mimo. Se reproducen seis especies deistintas y llevan un registro de 1424 aves nacidas.
Joseba nos mostró grabaciones con los cantos y sonidos de estas cajas nido. Una vez más nos dio una lección de naturaleza.
CICLOCIRCO UN COMIC QUE MUESTRA LA PARTE MÁS POSITIVA DEL CONTINENTE AFRICANO
Joseba Gómez es el guionista de la colección de cómic Ciclocirco. Un personaje que se viste de payaso y cruza el continente africano en bicicleta. Esta inspirado en Álvaro Neil, Biciclown, ciclista asturiano que pedalea por el mundo repartiendo sonrisas.
El primer volumen tiene como escenario Kenia, el segundo en Botswana y en el actual se mueve por seis países y en cada uno de ellos se relaciona con una figura relevante en la lucha por los derechos humanos o por el medio ambiente. Los dibujos son de Josema Carrasco.
Se puede pedir en: www.avecomics.com
LA RED DE ESCUELAS DE FE Y ALEGRIA EN EL CHAD.
El periodista navarro Nicolás Dorronsoso lleva varios años como cooperante en África. Primero en Burundi como director del Servicio Jesuita de Refugiados. Luego paso a Liberia y en el 2009 estuvo en Goma en la Republica Democrática de Congo en un proyecto para chavales y chavalas desplazados. Desde hace tres meses esta en el Chad como directo adjunto de Fe y Alegría. Esta es una organización de escuelas en red perteneciente a los jesuitas que se extiende por toda América Latina desde mediados de la década de 1970 y ahora en este país africano.
Nicolás esta en la región de Guera, en el centro del Chad. En las aldeas conservan un estilo de vida como hace miles de años. El alimento con el que subsisten es el mijo con la que hace una harina que la transforma en una pasta en forma de bola.
Algunos son nómadas que montan en camello. Hay muchos caballos y burros. Los hombres van con lanzas por seguridad.
En el Chad hay más de 200 etnias y 100 lenguas distintas.
El paisaje con el que convive Nicolás es un desierto saltado por arbustos y árboles, en el que predomina la acacia. En verano se llega a los 50 grados.
