Sara Maitland es una escritora británica que tuvo éxito con libros feministas y que en los últimos años vive retirada en una casita que ha construido en el páramo de Escocia en donde no hay ninguna población en 30 kilómetros a la redonda. Es el final de un largo viaje en busca del silencio en el que medito con monjes zen, participo en retiros cristianos, en reuniones de cuáqueros, estuvo como ermitaña en el desierto del Sinaí, recorrió los bosques de Glen Affic en Escocia para encontrar su sitio en los montes de Galloway. 

Sara nació en 1950 en el seno de una familia acomodada y numerosa de seis hermanos. Se crió en Londres y Escocia. Tuvo una infancia muy bulliciosa y asegura que paso una infancia llena de ruido ya que sus  padres les animaban a debatir y polemizar.

En 1968 fue a la universidad de Oxford. Estudio lengua inglesa y descubrió el feminismo, el socialismo, la cristiandad y la amistad. Entre el grupo de estudiantes con los que convivió estaba el joven Bill Clinton. También en esa época formo su personalidad como escritora.

Estuvo en Estados Unidos. Se marcho de Washington un día antes de que asesinaran a Martin Luther King, llegó a Los Ángeles una semana después del asesinato de Bobby Kennedy. En San Francisco estuvo en Haight Ashbury, la cuna del movimiento hippy, pero sólo como turista. Recuerda un luminoso atardecer en el desierto de Arizona donde tuvo su primera experiencia de la nada: el Gran Cañón. “Era rojo y dorado, gigantesco y silencioso”.

En 1972 consiguió publicar sus primeros relatos, se caso con un vicario protestante y se quedo embarazada. Llevo una vida feliz. Consiguió todas sus aspiraciones personales. Publico libros, entre ellos cinco novelas en el que figura “Daughter of Jerusalem” a la que se consideró la primera novela feminista del Reino Unido. Se gano la vida trabajando por su cuenta y haciendo lo que le gustaba. Crió a dos hijos. 

Luego las cosas cambiaron. Su matrimonio se hizo añicos, el thacherismo le pareció algo feo, no le motivaba escribir. Se fue a vivir a una casa con jardín en Warkton y allí fue descubriendo el significado del silencio. Observo el crecimiento de las plantas que era silencioso.

Sara escribe: “En nuestra cultura obsesionada por el ruido, es muy fácil olvidar que muchas de las principales fuerzas físicas de las que dependemos son silenciosas; la gravedad, la electricidad, la luz, las mareas, el movimiento invisible e inaudible del cosmos. La Tierra gira, y gira deprisa…Todo sucede en silencio”.

Sara Maitland reflexiona sobre los diferentes conceptos del silencio. Lee a personajes de la historia como ermitaños, santos, exploradores, aventureros que fueron en su búsqueda.

Finalmente termina en las Tierras Altas de Escocia construyéndose una casita. La mayor parte de los días desconecta el teléfono y ordenador pero no siempre pues imparte cursos on line de literatura creativa para la Universidad de Lancaster y es una persona muy activa dentro de la opinión publica de su país.

En La Casa de la Palabra (22/12/2010) conversamos con Luis Magrinyà director de la colección “Trayectos” en donde se publica “Viaje al silencio” de Sara Maitland.

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