José Antonio Damborenea recuerda un viaje en un Citroën Mehari de Bilbao a Nairobi en 1975.

José Antonio Damborenea era un escalador que se acercaba de manera irremediablemente a las montañas. Primero en una Lambretta y luego en un Citroën Mehari de 1969. En este vehículo pensó que podía llegar hasta el fin del mundo o por lo menos hasta el fondo del continente africano. De esta manera se dispuso a viajar de Bilbao hasta Ciudad del Cabo. Con él fueron sus compañeros de escalada Rafael y Octavio Galante. En el trayecto querían ascender a las principales cimas y paredes del recorrido. La aventura se desarrollo en 1975. El trayecto previsto para cuatro meses, se extendió cinco más. Recorrieron 23 mil kilómetros de aventura en aventura. Se quedaron sin combustible en el desierto y llegaron a Lagos (Nigeria) rozando el chasis con el suelo. 

José Antonio Damborenea y Octavio Galante realizaron la segunda escalada invernal al oeste del Naranjo de Bulnes en 1973. También fue el primero en subir la pared de Ogoño en la playa de Laga (Bizkaia). Con una moto Lambretta y luego con un Citroën Mehari llegaba hasta la base de importantes paredes de Pirineos, Picos de Europa, los Alpes y Dolomitas. José Antonio pensó que el siguiente paso era cruzar África y subir al Hoggar, el monte Camerún, Kilimanjaro, el Monte Kenia y la cordillera del Ruwenzori.

José Antonio compro el Mehari con más de ochenta mil kilómetros. El vehículo era muy divertido, tenia la base de un Citroën 2 CV (Dos Caballos) con carrocería de plástico y toldo de lona. El mecenas de la aventura fue José Eceiza que poesía un concesionario de Citroën en Bilbao. 

La aventura la protagonizaban los hermanos Galante, Rafael estudiante de biológicas de 24 años,  Octavio de periodismo, de 19 años y José Antonio Damborenea de 24 años estudiante de Físicas en la Complutense de Madrid y el único que tenia carné de conducir de los tres.

El objetivo era llegar a Ciudad del Cabo en donde tenían concertado el regreso en un barco en una naviera bilbaína.

Llegaron a Alicante en donde tomaron un  ferry hacia Oran el día 1 de septiembre de 1975.

En el desierto del Sahara, camino hacia Tanmarraset, se quedaron sin  gasolina, a unos 50 kilómetros del oasis más cercano. Calcularon mal pues el Mehari gastaba el doble de lo previsto debido al peso que cargaba, las velocidades cortas a las que estaban obligados a conducir y al mal estado de las carreteras.

Se orientaban con el reloj que más tarde vendieron para sacar dinero para subsistir. Se deshicieron de todo los superfluo, la radio, las cintas de cassette… 

En el Sahara cedió el chasis, se quedaron sin ventilador y le debía echar continuamente agua al radiador.

Ellos era una generación que no veían nada imposible, además por su juventud se consideraban inmortales. Con animo se fueron adaptando a las circunstancias del camino, al ritmo y  a la forma de ser africana.

Cuando llegaron a Lagos, capital de Nigeria, el coche estaba prácticamente partido en dos. Lo desarmaron en un taller y soldaron el chasis.

En el trayecto de Centroáfrica a Sudan del Sur fue muy difícil llenar los deposito pues las gasolineras eran muy escasas.

Ascendieron a las paredes del Hoggar, el Monte Kenia y el Kilimanjaro. La última avería fue en la frontera de Tanzania con Zambia. Volvieron en autosotop hasta Kenia, alquilaron un coche y regresaron para remolcar el Mehari que posteriormente vendieron en Nairobi. Se fueron hasta Uganda para volver en avión hasta Bruselas.

José Antonio Damborenea recordó la aventura africana en el programa Levando Anclas de Radio Euskadi el domingo 30 de enero 2011.

5 thoughts on “José Antonio Damborenea recuerda un viaje en un Citroën Mehari de Bilbao a Nairobi en 1975.

  1. Enrique Vidania

    Soy un antiguo compañero de la montaña de la Pedriza en Madrid, me gustaria poder contactar con ” Dambo “, pues estoy recopilando datosde la 2ª invernal de la Oeste del Naranjo. ¿ Alguien mepuede facilitar alguna dirección de contacto ?.

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  2. Diego

    Todo bien, venía genial la historia, hasta el detalle de “y le debía echar continuamente agua al radiador”, porque los 2cv y 3cv no tienen radiador ni llevan agua!!! Así que todo me resultó chamullo…

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    1. José Antonio

      No sé si habré dicho en alguna parte de la cvonversación que “tenía que ir echando agua al radiador…”
      Vamos a ver, si me enseñas una arandela de un Mehari, un 2CV, un Dyane6, etc… te digo exactamente de qué parte del coche es, así que, por favor, las lecciones de mecánica guárdatelas para otro. Estos motores, como te debe sonar, van refrigerados por aire y, por supuesto, llevan radiador… pero de aceite, listo.
      Posiblemente dije que al haber roto el ventilador del coche -igual no tiene, ya me lo dirás- cuando la temperatura del aceite subía a 150ºC y teníamos que parar, lo que hacía es que cuando comenzaba a bajar la temperatura, aceleraba la refrigeración echando agua sobre el motor -cosa que hay que hacer con extremo cuidado para no cepillártelo- y el agua hervía en las aletas de refrigeración de los cilindros dentro de las carcasas de conducción del aire.
      No había visto este desafortunado comentario hasta que hoy, alguien me lo ha comentado.

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  3. Juan Carlos Torrico

    Un saludo para vosotros y en especial para Octavio que me gustaria saber como ponerme en contacto con él.
    Juan Carlos

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  4. Yomismo

    Hola, pues claro que lleva radiador…. yo tengo un mehari, los dyane 6, 2cv y derivados llevan un radiador de aceite y delante un ventilador de plástico directo al cigüeñal que si se parten las aletas se quema el motor al no refrigerar.

    Bonita historia

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