Iñigo Ortiz de Urbina cuatro estancias en Myanmar.

Iñigo Ortiz de Urbina visita por cuarta vez Myanmar. Es una persona muy viajada por su profesión y en  vacaciones pero es en esta pare de Asia en donde más a gusto se encuentra. Un país que durante mucho tiempo ha estado cerrado al turista, todavía no se ha modernizado lo que le ha permitido conservar la pureza de las tradiciones con más de cien idiomas distintos. Iñigo y su pareja en cada visita han hecho amigos y se siente comprometidos con la dura realidad social y política. Iñigo nos comento en La Casa de la Palabra sus grandes descubrimientos en un país de sonrisa permanente.

 

Iñigo Ortiz fue por primera vez a Myanmar de vacaciones en 2007, poco antes de la Revolución del Azafrán protagonizada por los monjes budistas. A partir de entonces ha repetido las estancias. Cada vez que vuelan a Yangon llevan el equipaje de mano y dos maletas cargadas con medicinas, material escolar y juguetes para entregar en diferentes organismos locales.

Iñigo afirma que Birmania no se entiende sin budismo. Es un país muy espiritual que nos lleva una gran ventaja en este aspecto a los occidentales. La comunidad de monjes es muy amplia y respetada. Los monasterios ejercen una importante función social.

El cuarto viaje fue en noviembre de 2010. Al día siguiente de su llegada liberaron a la premio Nobel de la Paz  Aung Suu Kyi, hija del padre de la patria Aung Sang, en Myanmar por precaución la llaman “Lady”. Hay mucha policía secreta que vigila constantemente e Iñigo opina que el turista no debe comprometer a los guías ni a las amistades locales.

Los birmanos tienen prohibido hospedar a los extranjeros. Es un país seguro para el viajero con algunas regiones todavía  prohibidas.

Birmania tiene un a gran riqueza étnica con culturas muy aisladas por su orografía, algunas de ellas cuentan con su propia guerrilla que se defiende de la tiranía de la Junta Militar que gobierna con mano férrea.

Birmania también es muy rico en materias primas como los bosques de madera de teka natural y en petróleo y gas. Los beneficios no revierten en la población local.

Iñigo ha conocido en Yangon a Ignacia Aramburu, la llaman “sister Victoria” una monja vasca de 85 años que lleva 60 en Birmania. Les hablaba una mezclas de euskera, birmano e ingles.

 

Iñigo Ortiz estuvo en el programa de Radio Euskadi La Casa de la Palabra el miercoles 2 de febrero de 2011.

<https://www.eitb.eus/audios/radio/radio-euskadi/programas/la-casa-de-la-palabra/detalle/595537/birmania-sus-gentes/>

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