Julen Ezkurra nació en Izarra (Araba) en 1930. Curso estudios musicales al mismo tiempo que los de Filosofía y Teología. En 1954 se traslada a Iquitos en la amazonia peruana, en donde permanece diez años como educador,  profesor y director de música. Navega por los ríos amazónicos y conoce la realidad de las comunidades nativas, para los que reclama ayuda sanitaria, escolarización y cultura. En 1964 regresa a Europa para cursar estudios superiores de música en Paris y al año siguiente en Roma. Es autor de medio centenar de obras propias y arreglos orquestales y corales. Puso en marcha el Coro de la Universidad del País Vasco. Recoge sus andanzas en el libro “Mi vida en la Amazonia”. 

Julen Ezkurra  escribe su estancia en Iquitos hace 55 años con la misma frescura que si hubiera ocurrido en el presente. A petición de amigos se puso a redacta y le salio de seguido como si fuera la aguja sobre un disco, surco a surco fue hilvanando sus memorias amazónicas.

Todo comenzó en el puerto de Santander una tarde gris de febrero de 1954. Julen se embarcaba en el trasatlántico ingles “Reina del Pacifico”. Una de las escalas fue en La Habana, capital que le pareció la “ciudad – luz por excelencia”. Cenaron en el Centro Vasco.

Una vez en la capital de Perú le preguntaban  ¿por qué te quieres trasladar a la selva? ¿acaso tienes vocación de mártir?, ¿qué hace un profesor de música en la selva?. En su fuero interno Julen prefería la aventura amazónica al confort. Limeño.

Despego en avión hacia Iquitos. En el aire el espectáculo era fascinante. El avión volaba sobre las nubes, y sin embargo a derecha e izquierda podían contemplar aquellos picos de casi siete mil metros, como el Jerupayá o el Huascarán. Julen escribe: “Nunca he vuelto a ver una geografía tan dramática como la peruana: farallones imponentes, torrenteras descomunales que atraviesan los roquedales de la cordillera, para precipitarse impetuosas hacia la selva a través de cascadas-pongos- imposibles; valles ferocísimos en la ceja de  montaña; y por fin, el rey de la selva, el Amazonas”.

Después de varios baches aéreos la azafata anuncia alborotada el  final del trayecto: Iquitos, la capital del Departamento de Loreto.

Una vez en tierra el calor era asfixiante, la humedad altísima. Al instalarse en la Residencia del colegio en donde iba a dar clases le asignaron una habitación interior. Era un horno. Tenia un catre con una delgadísima colchoneta de paja sobre tablas. Al tratar de sacudirla, cientos de cucarachas enormes alzaron el vuelo hasta posarse y corretear por el suelo. La sensación fue de asco pero al poco se lo tomo con humor. Así, de sorpresa en sorpresa transcurrieron las horas de aquella primnera jornada que se prolongo durante una década.

Julen describe la riqueza de Manaos e Iquitos a partir de 1875 con el boom del caucho. Recuerda a un vasco, Julio Cesar Arana., el rey del Caucho. Extermino a mas de tres mil indios. Tiene calles a su nombre. Los asuntos de Arana seguían siendo un tabú en Iquitos.

Le llama la atención  solidaridad que hay entre los habitantes de la selva debido a la gran dureza del entorno y las condiciones de vida. Visita los barrios más pintorescos como el de Belén, la Venecia amazónica. Ciudad lacustre. Se hace con el urbanismo de la capital de la selva peruana, se maravilla del mestizaje de sus habitante y las ganas de vivir.

Pasan los meses. Julen da clases a las mañanas y hasta entrada la noche. Siete que Iquitos le aísla por sus condiciones geográficas y prepara una expedición al interior de la amazonia durante los dos meses de vacaciones de verano. Se interno por lugares a los que hace años no llegaba el hombre blanco.

Fue con Elías Peña Huaman un experto guía. Llevaba  una acordeón y un cuaderno de apuntes. Navegaron  por los ríos Nanay , Chambira y Pintuyacu. El silencio y el paisaje le sobrecogían. Eran jornadas interminables río arriba, sin apneas encontrar signo de vida. Aquello se le hacia insoportable.  Le aburría tanta vegetación verde y muda, tanto soliloquio… necesitaba comunicarse con la gente, conoce cuanto antes su idiosincrasia, sus inquietudes y pesares.

Saco fotografías en blanco y negro que recogen el testimonio de la forma de vida de las comunidades indígenas. Incluso llego a conocer al que luego fuera el famoso regatista  solitario José Luis de Ugarte que se tenia un negocio en la selva

Julen Ezkurra estuvo en el programa de Radio Euskadi La Casa de la Palabra el jueves 17 de marzo de 2001. Estuvo acompañado del Agustín Remesal, periodista, corresponsal de TVE. Amigo de Julen ha visitado más de una docena de veces Iquitos. Prologa el libro “Mi vida en la Amazonia”.

Julen y Agustín lo presentan en Bilbao el viernes 18 de marzo en el colegio mayor Miguel de Unamuno situado en la avenida Lendakari Agirre, metro Sarriko, a las 8 de la tarde.

Edita: www.puentessolidarios.org

Podeis escuchar el programa: https://www.eitb.eus/audios/radio/radio-euskadi/programas/la-casa-de-la-palabra/detalle/620631/iquitos-anos-50/