Benigno Mercado Gilmet novela la historia de una comunidad indígena aislada.

Benigno Mercado Gilmet nació en 1947 en el Beni, la región más selvática de Bolivia, fronteriza con Brasil. Cuando era niño se internaba en el interior del bosque con su hermano mayor y se relacionaba con sus habitantes. Ya de mayor navego por sus ríos e incluso vivió dos naufragios. También fue buscador de oro. Es autor de dos novelas ambientadas en la selva: “Caimaneros del Yomonal” y “Savia Salvaje”. Esta última recoge la historia de la desaparición de un pueblo indígena aislado ante el acoso del hombre blanco. 

El padre de Benigno tenia una hacienda en la selva del Beni. De niño se crió en ese ambiente ganadero en el que se relacionaba con diferentes comunidades indígenas. Conoce de primera mano su forma de vida y sus necesidades.

Benigno escribe en “Savia salvaje” sobre el grupo selvático perteneciente a la tribu Amandu, supuesto nombre creado por el autor para no herir sensibilidades y expresarse con más libertad. La narración se basa en hechos reales.

Describe que los amandues era nómadas. Desarollaban sus vidas en amplias pascanas o campamentos bajo la espesa selva. Dormían en hamacas fabricadas de lianas o sogas delgadas torcidas en fibras tomadas de la corteza del árbol de ambaibo. Se colgaban protegiéndose de las víboras, hormigas y otros animales.

Eran hábiles y entrenados en la imitación de aves y animales. Se comunicaban a grandes distancias por medio de fuertes golpes propinados sobre garrones de fuertes árboles.

Tenian sus leyes y castigos. Por ejemplo, uno de ellos era la obligación de que ciertos condenados mantuvieron el fuego siempre encendido.

Los blancos acosaban su territorio y realizaban incursiones en el que se daban asesinatos. Una de las comunidades opto por huir muy al interior de la selva. Montaron el campamento en la playa del lago Amandisha. En esta extensión liquida se desarrolla un armónico sistema de vida con variedades de pescados como: subirí, tucunaré, curbinas, sábalo, bentón, yeyú, sardina y la infalible piraña amarilla y colorada.

Del lago Amandisha hasta el río Girañete sólo había una distancia de dos kilómetros. Trayecto que era cubierto de alto, frondoso y tupido bosque ribereño donde se albergan y vivían infinidad de animales y aves salvajes de diversos tamaños y color.

Beinigno descrie el bullicio selvático que causaban las aves al atardecer. Escribe: “Momentos impresionantes, casi irreales y de gran deleite constituían aquel coro para la familia Amandú, en especial para los que saben apreciar en toda su magnitud aquella increíble  diversidad silvestre. Se podían distinguir o imaginar voces, gritos, silbos y hasta el sonido de algunos instrumentos musicales, causados por la entremezcla de tan fabuloso bullicio.

Espacios en los cuales se pierde el sentido del tiempo; feliz humano que ha tenido el privilegio o la dicha de vivir y observar el prodigio de esta hermosa y emocionante obra de la naturaleza…”

El fin de la novela “Savia salvaje” es la protección de los animales y la gran biodiversidad vegetal y sobre todo dar a conocer la realidad de las comunidades selváticas acosadas por el hombre blanco.

Benigno Mercado Gilmet reside en España desde hace siete años y desde hace año y medio en Bilbao. Le entrevistamos en el programa de Radio Euskadi La Casa de la Palabra el martes 29 de marzo de 2011.

Sus dos novelas las publica Editorial Artística Gerekiz de Bilbao.

Podeis escuchar el programa: https://www.eitb.eus/audios/radio/radio-euskadi/programas/la-casa-de-la-palabra/detalle/628607/benigno-mercado-gilmet-savia-salvaje/

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