Juan Luis Olaran Sustatxa es marino y periodista. Nacido en Armintza siguió muy de cerca el proyecto de creación de la central nuclear de Lemoiz. La lucha contra su construcción dio origen a los movimientos antinucleares y a los primeras organizaciones ecologistas.  Por primera vez se ilustra en un libro los pasos en la construcción de la central de Lemoiz y la lucha ecologista que finalmente paralizo la puesta a punto de esta nuclear, un caso único en el mundo.

Juan Luis Olaran Sustatxa nació en el pueblo pesquero de Armintza (Bizkaia) en 1945. Como era habitual en la localidad, comenzó su vida laboral en la mar; primero en la pesca y más tarde en la marina mercante. En 1992 se licencio en periodismo por la U.P.V. Como vecino de Lemoiz vivió en primera persona los acontecimientos que generó la construcción de la central nuclear. Participo en movilizaciones y actividades antinucleares. Posteriormente fue concejal del ayuntamiento de Lemoiz durante tres legislaturas, desde 1987 hasta 1999. Es el autor de “El contubernio nuclear, Lemoiz”.

El municipio de Lemoiz posee un pequeño pueblo pesquero denominado Armintza. Sus habitantes han vivido de por siglos de la pesca. A penas sin comunicaciones, en 1972 el proyecto de la creación de una central nuclear la situó en el mapa.

 El periodista Gorka Andraka, vecino de Armintza, escribe en el prologo del libro: “Armintza, nuestro adorado puerto del tesoro, principio y fin de todas las aventuras, apenas aparecía por ningún lado. Como si aún no hubiera sido descubierto. Como si, de alguna manera, no fuéramos de este mundo.

Un mal día todo eso cambio. ¡Nos hicimos famosos! Una central nuclear desembarcó en el pueblo, si pedir permiso, sin escrúpulos. Con razones de peso, más de tres mil toneladas de acero y doscientos mil metros cúbicos de hormigón armado. Razones de muchísimo peso, “tendréis tanto dinero que no podréis contarlo”, repitieron por todos los lados. La central se hizo pero nunca funcionó. Ahí sigue todavía hoy un esqueleto, un gigantesco monumento a la estupidez humana, a la indecencia empresarial y política. ¿Cuánto nos ha costado la pesadilla nuclear? ¿Terminaremos algún día de pagarla?”

Hasta ahora nadie había escrito el relato de la central nuclear de Lemoiz. Juan Luis Olaran durante todos estos años ha ido recopilando abundante documentación sobre los hechos que ahora desgrana en el libro. Señala que las obras se desarrollaron en dos periodos políticos diferentes. De 1972 a 1979, bajo la dictadura y con ayuntamientos franquistas que aceptaban la central, y de 1979 a 1982, – año de la paralización definitiva de las obras –con consistorios elegidos por las urnas y contrarios al proyecto nuclear.

Lemoiz se halla situado a la orilla del mar Cantábrico. Dista de Bilbao 30 kilómetros por carretera. Su costa es abrupta, solamente tenia tres depresiones que forman las calas de Basorda, la de Armintzekalde y la ensenada del puerto, por las que se podía acceder a la orilla del mar.

Con las obras de la central la cala de Basorda desapareció. Un lugar bellísimo de nuestra costa que durante mi infancia y adolescencia acostumbraba a visitar asiduamente. Un paraíso al que no llegaba carretera alguna. Escondida entre espesos bosques y habitada por unos pocos labradores. Era un lugar idílico que siempre me acompañará en mis mejores sueños. Aquel tesoro natural comenzó su destrucción cuando en 1970 se construyó una carretera de asfalto. A partir de ahí comienza una historia muy triste con destrucción de patrimonio natural y sobre todo víctimas humanas.

“Le contubernio nuclear, Lemoiz” edita Arabera. Distribuye: www.txalaparta.com

Juan Luis Olaran Sustatxa intervino en el programa de Radio Euskadi La Casa de la Palabra el 15 de febrero de 2011.