Anton Erkoreka (Bermeo, 1950) es profesor de historia de la medicina de la Universidad del País Vasco. Durante muchos años ha estudiado la etnografía vasca. Entre otros temas ha investigado las islas de la costa vasca, sobre todo San Juan de Gaztelugatxe e Izaro. En 1997 publicó “Izaro historia y tradiciones”. Comienza con un catalogo de islas de Euskal Herria y su utilización a lo largo de la historia tanto militar como religiosa. Apunta con rigor histórico las diferentes posibilidades de ocupación de la isla antes de la fundación del convento franciscano en el siglo XV y relata los hechos más remarcables que se conocen hasta su abandono en 1718. Anton se lamenta del olvido y deterioro que padece este paraje tan singular de la geografía vasca.
Anton Erkoreka es el director del museo de Historia de la Medicina. Ha publicado varios libros sobre diversas facetas de la historia de la medicina y etnográfica.
Comienza la introducción de su libro sobre Izaro: “Las islas e islote que jalonan la costa de Euskal Herria, apenas si han suscitado la atención de n nuestros investigadores a pesa de construir unos enclaves privilegiados que han tenido un indudable interés en el desarrollo de nuestras poblaciones costeras”.
Sobre su utilización a lo largo de la historia afirma: “En definitiva, la humanización de los enclaves más agrestes de nuestra costa, ha corrido a cargo de las profesiones más duras y sufridas como los atalayeros, los militares y los eremitas que han desarrollado su actividad, a lo largo de los siglos, en el medio más hostil imaginable.”
La isla de Izaro esta situada en la costa vizcaína, entre los cabos Matxitxako y Ogoño, en mitad de la gran bahía que se forma entre ambos. Se halla en la desembocadura de Mundaka y Bermeo, a cuyo termino municipal pertenece. Está integrada en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai desde su reconocimiento por la Unesco en 1982.
La parte más ancha de la isla tiene 150 metros y su longitud alrededor de 675 metros. En bajamar, la superficie aumenta considerablemente debido a que queda al descubierto la rasa o peñas que la rodean poro todas partes.
Anton recuerda la isla de Izaro con mucha más vegetación que en el presente. Las ruinas que aun quedan del convento franciscano están en progresivo deterioro. Fue fundado por el obispo de Calahorra, Don Diego López de Zuñuga en 1422, tras haberle donado la isla de Izaro por la Villa de Bermeo. El conjunto religioso poseía una superficie de 1500 m2. Hay noticia de que la reina Isabel la Católica en su visita al convento el 18 de septiembre de 1483 hizo donación de joyas para sufragar la construcción de una escalinata para facilitar el acceso a la isla y al convento. Tenia 254 escalones de los que en la actualidad apenas quedan cuatro.
El convento franciscano tuvo que defenderse de las inclemencias del mar y los ataques, en 1569 de los corsarios ingleses.
Anton Erkoreka participo en el programa de Radio Euskadi La Casa de la Palabra el lunes 29 de agosto de 2011.
Escucha el programa: https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/727268/isla-izaro/
