James Attlee tras la luz de la luna.

 

James Attle vive en Oxford y trabaja como editor de libros de arte en Londres. Ha escrito: “Nocturno. Un viaje en busca de la luz de la luna”. El autor, preocupado por como las ciudades modernas han perdido el contacto con la luna y el cielo nocturno emprende un viaje que lo llevará a los lugares más dispares como Italia, Japón, Reino Unido, Francia o Estados Unidos. Busca la huella de la luna en la historia, el arte, la cultura y la ciencia. James Attlee es impulsor de la campaña contra la contaminación lumínica a través de la Sociedad Astronómica Británica.

 

La luna ha inspirado a pintores, poetas, compositores desde los albores de la historia. Pero hoy, en nuestro mundo cada vez más urbano, la luz eléctrica parece haberle arrebatado el poder a la luna en un mundo dominado por las luces artificiales.

James Attlee se vuelve una apasionado de la luna a partir de una visita al dentista. En el techo de la consulta estaba colocado un gran póster de la Tierra de noche, vista desde el espacio. Franjas cada vez mayores están bañadas por luz artificial las veinticuatro horas del día, las únicas excepciones son los desiertos y los océanos. Attlee pensó que cada vez estamos más lejos de los movimientos  del silencioso satélite que controlas las mareas y marca las siembras.

De esta manera se decidió a escribir un libro sobre la ausencia de la luna en la vida moderna. Le interesaba encontrar la autentica noche, restablecer esa conexión perdida con la luna.  Escribe:  “Me propuse conocer el cielo nocturno, desde tiempos ancestrales el único y mejor calendario y brújula del viajero”. De esta manera restablecer  esa conexión perdida con la luna, una conexión que aunque olvidada, seguía escrita en sus genes.

La búsqueda de la luna se inicia en su jardín, continua por las playas de Normandia para observar el efecto producido en las mareas. Llega a Siena en donde repara en los pintores de la escuela sienesa que pintaban las crucifixiones con un sol y una luna. En Japón presencia la festividad de la luna en otoño en un templo budista. Tiene interés en visitar Kagoshina el lugar en donde se encendió por primera vez una lámpara de gas y ese fue el principio del fin de la noche en esta parte de Asia. Además esta el volcán de Sakurajima en donde quería apreciar la luz de la lava candente. Lo mismo hizo en el Vesubio en Nápoles.

 

Uno de los trayectos más divertidos es cuando llega a Las Vegas en donde la luz natural queda totalmente expulsada. Se pasea por el desierto de Arizona obsesionado con las serpientes. Duerme una noche en Arcosanti, una comunidad de arquitectura utópica que pretende vivir en armonía con la naturaleza, esta ubicada en el desierto al norte de Phoenix.

 

Cerca de Tucson experimenta en un edificio llamado el Colector de Luz Interestelar, un conjunto de receptores parabólicos de cinco pisos de altura que sirven para recoger y amplificar la luz de la luna llena. Sus inventores sugieren que el espectro de la luz de los rayos de luna, concentrados por los espejos cientos de veces, podría curar diversas dolencias.

 

James Attlee regresa a Londres y se centra en el barrio de Chelsea en otro tiempo reducto de los bohemios que pintaban el reflejo de la luna sobre el río Tamesis.

Juan Eli Roca, traductor y editor de “Nocturno” nos ha comentado este libro en el programa de Radio Euskadi La Casa de la Palabra del martes 22 de noviembre de 2011.

Edita Atico de los libros. www.aticodeloslibros.com

Puedes escuchar el programa: https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/782277/consumo-responsable-guatemala-togo/

La Casa de la Palabra martes 22 de marzo 2011. Consumo responsable en Guatemala y Togo.

Consumo responsable y mercado justo en Guatemala y Togo.

 Comentamos el libro “Nocturno. Un viaje en busca de la luz de la luna” de James Atlee. 

 Carlos Odriozola y Ana Gómez de Aranda seis meses de volutarios en Malawi.

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