Jordi Esteva en la enigmática isla de Socotra con el nieto del sultán.

Jordi Esteva  (Barcelona 1951) escritor y fotógrafo. Interesado en el mundo árabe y África ha residido cinco años en El Cairo. Autor de varios libros etnográficos y de ensayo. De niño se recluía en su cuarto y le gustaba soñar con los atlas y los mapas. Recuerda: “Algunas noches, cuando el sueño tardaba en acudir, hacia girar la bola del mundo y la detenía con un dedo. Una madrugada, la paré en un punto minúsculo entre África y Arabia. La isla de Socotra.” Ya de mayor recorrió las costas de Arabia y del África Oriental siguiendo el rastro de viejos capitanes y mercaderes árabes. Alguno de ellos le hablo de esta enigmática isla y de los socotríes maestros en el arte de lo oculto. Jordi Esteva visito esta tierra imposible, lo relata en: “Socotra, la isla de los genios”. 

Socotra es una isla del Índico, a doscientos cincuenta kilómetros del Cuerno de África y a casi cuatrocientos de las costas de Arabia. Pertenece a Yemen. Es del tamaño de Mallorca. Ha preservado flora y fauna singulares, con especies propias de otras eras. Un lugar donde crecen los árboles del incienso, la mirra, del draco cuya savia roja era utilizada por los gladiadores del imperio romano para embadurnar sus cuerpos y también por los lutiers de Cremona como barniz de una altísima calidad, para dar el toque decisivo a los violines Stradivarius.

En un largo periplo de juventud, Jordi Esteva, llego a la India, Sudán y al mar Rojo para quedarse varios años en El Cairo. Tras ser encarcelado y expulsado de Egipto por una infundada acusación de conspirar contra el gobierno volvió a Barcelona. A principios del siglo XXI se fue a las costas de los antiguos marinos árabes que navegaban en los downs. Le contaron cientos de historias que luego se vieron reflejados en el libro “Los árabes del mar” (Península 2006). En aquellas conversaciones apareció el nombre de Socotra. Una isla difícil de llegar por mar  según la época del año, un lugar siempre envuelta en brumas de la que se decía habitaban magos, aves fabulosas como la del ave Roc y se relataban las aventuras de piratas. Todo ello cautivo a Jordi Esteva que emprendió viaje a Yemen.

Quiso llegar por mar desde el puerto de Adén pero le fue imposible así que lo hizo en avión. Gracias a un periodista egipcio, había conseguido el correo electrónico del hijo del último sultán de Socotra, Ahmed Aisa Alí Ben Affar. Fue con el nieto del sultan, Abdelwahab Abdala, con el que Jordi inicia una expedición, en una pequeña caravana de camellos, hacia las cumbres de Socotra.

Por las noches, alrededor de un fuego, se contaban historias de brujas y de yins, espíritus del lugar. Aquellos hombres se expresaban en una lengua semítica emparentada con la de la Reina de Saba. Durante semanas Jordi Esteva vivió en un mundo perdido. Ningún avión surcaba el cielo; ningún barco el horizonte. Dormían en cuevas.

Jordi Esteva visito el programa de Radio Euskadi Levando Anclas el 4 de marzo de 2012.

“Socotra, la isla de los genios” edita Atalanta.

www.atalantaweb.com

Puedes escuchar el programa: https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/843403/audio-viajes–socotra-zambia-bus-usa/

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