Fernando Manso fotografía con una máquina de placas como hace cien años. Antes de disparar, busca el momento mágico y para ello puede esperar hasta meses. Solo dispara cuando siente. Sus imágenes de paisajes y objetos aparecen envueltas en un halo de misterio que se transforman en magia detenida. Es un fotógrafo romántico que con su cámara de fuelle logra pintar con luz. Más que el espíritu del fotógrafo, le mueve el del pintor. Se ha trasladado por diferentes comunidades del Estado español y publica 103 fotos en un volumen con el título de “España”, prologado por el pintor Antonio López.
Fernando Manso trabaja con cámara de fuelle y muy despacio. Cada instantánea lleva horas de preparación y trabajo. Nos comenta: “Intento ser como un pintor. Para ello utilizo una cámara de placas como las que se utilizaban hace 100 años. Observo y espero. En una ocasión tardé 18 días en conseguir la fotografía. Incluso en Cantabria tardé tres años hasta que logré conseguir lo que realmente quería describir. No disparo nunca hasta que realmente siento la fotografía”.
Ante un método tan riguroso responde: “Empleo esta fórmula porque soy romántico, tiendo a la pintura. Me cubro con un manto negro para enfocar con mi máquina de placas y fuelle. Espero el momento pero solo disparo cuando lo veo necesario. A pesar de que la fotografía digital ha avanzado mucho creo en la forma artesanal de trabajar. Mientras haya películas seguiré así”.
¿Dicen que tus herramientas son la paciencia y la bruma?
“Sí, por eso me muevo mucho por el norte. Me siento muy identificado con el paisaje. De pequeño veraneaba en Fuenterrabía. Me encantaba recorrer el Cantábrico. Busco no solo la bruma del mar sino también la neblina de la montaña. Nunca disparo con sol. De hecho, el libro que hice sobre Madrid tardé un año y medio en completarlo y no hay una sola fotografía hecha con sol. He estado exponiendo en muchas partes del mundo y en Moscú, por ejemplo, me preguntaban si en Madrid no hacía sol”.
En su nuevo libro “España” ha querido mostrar atmósferas inéditas de diferentes lugares. El autor nos dice: “El 80% de las fotografías son del norte, de la cornisa cantábrica, de Irun a Galicia. He buscado ríos, lagos, montañas y costa”.
Fernando Manso ha trabajado en La Alhambra desde finales de enero de 2012 hasta diciembre. Ha permanecido un total de 500 horas metido en el recinto monumental, muchas veces estaba solo. Esto le ha permitido meterse en la piel de sus moradores originarios. Escuchaba en soledad el rumor del agua de las fuentes, sentía los olores…Así, desde el amanecer hasta el anochecer, durante 11 meses. Había días que no disparaba una foto hasta que el momento mágico no se producía.
Fernando Manso intervino en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el martes 29 de enero 2013.
Fernando Manso ha publicado “Madrid” lleva tres ediciones y “España” editado por Lunwerg.
Puedes escuchar el audio del programa:
No me parece mal fotógrafo, vaya por delante. Pero creo que ya está bien de sobrevalorar obras de arte a base de decir que no están retocadas digitalmente o que llevan meses de trabajo. No se como puede tardarse en hacer una foto, que tampoco es la esencia de la belleza de ese lugar, tres años. Y no se como se puede decir que no hay procesado digital cuando se ve perfectamente el halo alrededor de algunos edificios, la manipulación del contraste local o la desaturación de colores artificial para aumentar la sensación onírica. Esas fotos están retocadas una barbaridad. A mi me parece un Mellado que dispara en formato cuadrado. Y no me parece mal, pero que no venda lo que no es ¿no?