Carlos García en defensa de los xavantes de la Amazonía de Brasil.

Carlos García ha trabajado durante 8 años de cooperante en la Amazonía brasileña. Un año entero vivió en la casa del obispo Pedro Casaldaliga en Sao Félix do Araguaia, en la región de Mato Grosso. Se comprometió en la causa de recuperación de tierras de los indios xavantes de las que fueron despojados por los grandes hacendados en una larga historia que data de la década de 1960.

 

Carlos García nació en Madrid y es economista. Durante 12 años ha trabajado en temas de cooperación y desarrollo. Cuatro años en Manos Unidas y ocho años en una red de organizaciones en el estado de Mato Grosso. Buscaban alternativas a la deforestación de la Amazonía y ofrecían apoyo a campesinos e indígenas.

Denunciaron el avance del comercio maderero, la ampliación de la frontera agrícola que se come la selva con el cultivo de la soja, el biocombustible y la ganadería, y la gran presa de Bellomonte, con la que ha empezado lo que Carlos denomina “la tercera colonización de la Amazonía brasileña”.

Carlos García conoció a Pedro Casaldaliga en 2000. Le acogió en su casa mientras estaba de voluntario en una organización de la iglesia que lleva proyectos sociales con indígenas y campesinos. Luego regresó a España para colaborar con Manos Unidas y se volvió a asentar en Brasil de 2006 a 2012. En este tiempo crearon una red de organizaciones y acompañaron a los xavantes en su reivindicaciones.

El conflicto histórico de esta etnia nos remite a la problemática de los pueblos indígenas en la Amazonía brasileña. Su tierra Maraiwatsede (“Selva densa” en el idioma Xavante) se encuentra en la zona por donde se expande actualmente el monocultivo de soja. 

La lucha xavante tiene su origen en la década de 1960 con el primer plan de ocupación de los militares de la Amazonía y la ampliación de grandes haciendas. El estado de Mato Grosso es emblemático porque fue a donde llegaron gran cantidad de colonos. En 1996 fueron deportados a una reserva en donde murieron 1/3 de ellos por una epidemia de sarampión. Decenas de otros pueblos indígenas fueron borrados del mapa.

Cuando Pedro Casdaldaliga llegó a Brasil como misionero se encontró con este exilio masivo y la creación del latifundio de Suiamissu, el más grande en América Latina en donde querían meter 200.000 cabezas de ganado. 

Se reclutaron colonos, muchos de ellos se convertían en “boias frias”, peones esclavos. Se creó un sistema de deudas que obligaba a los trabajadores a estar en un régimen de esclavitud. Mientras, seguía la deforestación de la selva.

Pedro Casladaliga llegó en junio de 1968. El 23 de octubre de 1971 fue ordenado obispo de Sao Félix do Araguaja y publica una carta pastoral en donde denuncia la estructura del latifundio. A partir de ahí, se constituyen dos organizaciones de defensa del indígena y otra del campesino. Pedro Casaldaliga ha sufrido varios atentados y hoy en día se encuentra amenazado.

En 2012 los xavantes consiguieron que el gobierno brasileño retirara a los cultivadores de soja y recuperaron su territorio ancestral.

Nos lo contó desde París Carlos García en el programa de Radio Euskadi y Radio Vitoria “La Casa de la Palabra” el jueves 6 de junio 2013.

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/945034/1364630/basque-team-hacia-el-paiju-peak/

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