Maud Baily, de la tierra de la lluvia a la tierra del fuego en bicicleta y a vela.

Maud Baily es del sur de Bruselas. Salió en junio de 2011 con la idea de llegar de la capital de Bélgica hasta Ushuaia en la isla de Tierra de Fuego en la Patagonia argentina. Quiso moverse en bicicleta y a vela. Durante 21 meses pedaleó 13.802 kilómetros y navegó 3.000 millas marinas en dos veleros a los que hizo barcostop. En la mar sufrió la difícil convivencia y la ruptura del piloto automático. Cruzó parte de la selva amazónica en bicicleta. Se paró en organizaciones y movimientos sociales, centros culturales autogestionados, radios y televisiones comunitarias en donde echó una mano y compartió experiencias. Por la cordillera andina bajó hasta Ushuaia.

 

Maud Baily es belga. Se crió en España. A los 18 años, cuando acabó el instituto, se fue a vivir a México. Luego estudió ciencias políticas en Bélgica y Turquía.

Con 27 años decidió hacer un viaje fuera de lo común. Conoció en Bruselas a Alice Goffart y Andoni Rodelgo que le dieron consejos para moverse en bicicleta por América.

Juntó su equipaje y empezó a pedalear con su bicicleta a la que bautizó con el nombre de “Caminante”. Atravesó Francia y España hasta Cádiz. En ferry, desembarcó en las Palmas de Gran Canaria. Se dirigió a la marina a buscar un barco con el que cruzar el océano Atlántico. Nunca antes había navegado.

Un capitán francés la aceptó en su velero. Durante un mes y medio prepararon la travesía. Soltaron amarras hacia Cabo Verde. Iban ocho pasajeros: el capitán, el skiper y los demás eran barcostopistas. Fue tan mala la convivencia que una vez que tocaron tierra Maud salió corriendo.

Por suerte, el mismo día conoció a Moisset, una chica de 30 años de su misma nacionalidad, que navegaba con su hijo de año y medio y un perro. Fue un encuentro bonito, congeniaron enseguida y se subió a su barco.

Se quedaron otro mes y medio en Cabo Verde ultimando la travesía del Atlántico.

En el océano se les rompió el piloto automático. Durante tres semanas tuvieron que turnarse en el timón y, por supuesto, cuidar del niño en todo momento. Para colmo, en un momento de la navegación fueron perseguidas por dos barcos que sospecharon eran piratas. Apagaron las luces y huyeron.

 Llegaron a la Guayana Francesa agotadas y con mucha tensión.

No fue tan idílico navegar como pensó en un primer momento sino todo lo contrario.

Volvió a pedalear. Por la selva amazónica llegó hasta Belem, en la desembocadura del río Amazonas, y en barco remontó una  parte del trayecto.

Tomó un autobús para ir a ver a sus padres que vivían por aquel entonces en Sao Paulo. Cruzó el Pantanal brasileño, el altiplano de Bolivia, el salar de Uyuni, el desierto de Atacama en Chile y por los Andes llegó a Ushuaia después de 21 meses de viaje.

En el Pantanal pasó miedo con los pumas y caimanes. Le salió una cobra.

Estuvo tres semanas por los desiertos de Bolivia y Chile. A la noche no podía dormir pues hacía menos de 20 grados y no tenia ropa apropiada. 

Ya de regreso, subió por la Patagonia en autostop. Trabajó en una panadería, se quedó en una hacienda y cabalgó con los gauchos. En el Bolsón permaneció cuatro meses. Llegó a dedo hasta Buenos Aires y regresó a Europa.

Mau Baily nos relató su aventura en Radio Euskadi en dos programas de Levando Anclas. El primer capítulo se emitió el 11 de mayo de 2014. Maud relata desde la salida de Bruselas hasta el desembarco en la Guayana Francesa. El segundo capítulo se emitió el 18 de mayo y Maud nos cuenta sus aventuras en Sudamérica.

http://www.larevanchedescigales.org

Puedes escuchar el audio de Levando Anclas 11 de mayo:

https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/2235242/maud-baily-atlantico-barcostop/

Puedes escuchar el audio de Levando Anclas 18 mayo 2014:

http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/levando-anclas/1411324/2254940/jorge-sanchez-por-los-cantones-de-suiza/

 

 

 

 

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