Lourdes Márquez, las cárceles flotantes y náufragos en la batalla de Trafalgar.

La historiadora gaditana Lourdes Márquez, experta en la batalla de Trafalgar, ha querido rescatar del olvido las barcos-cárceles de la bahía de Cádiz donde se encerraba a los franceses vencidos en la guerra de la Independencia que ahora cumple su bicentenario. Hasta nueve barcos sirvieron de prisiones. Debido a las condiciones lamentables, la mayoría de los presos murió.

Lourdes Márquez es licenciada en historia por la Universidad de Granada y master de arqueología náutica por la Universidad de Barcelona. Ha realizado diversos trabajos de investigación sobre el patrimonio cultural de la bahía de Cádiz y de Andalucía.

Ha estudiado la batalla de Trafalgar desde el punto de vista humano. De esta manera, publicó en 2005 –bicentenario de este hecho histórico- “Trafalgar y el pescador de náufragos” en donde indaga sobre el destino de los náufragos de la célebre batalla.

Gracias al libro, se puso en contacto con Cesar Rodriguez Maffiotte, tataranieto de Michell, timonel del navío “Indomptable”  (Indomable). Su antepasado naufragó y  sobrevivió al ser rescatado por uno de los cinco barcos que luego fondearon en la bahía de Cádiz.

César le pasó a Lourdes las memorias de su familiar y comenzó una nueva investigación que después de varios años le ha llevado a editar el segundo libro: “Recordando un olvido: pontones prisiones de la Bahía de Cádiz. 1808-1810”.

Ha descubierto que nueve barcos sirvieron para encerrar a las tropas francesas napoleónicas vencidas en la Guerra de la Independencia.

Habilitaron viejos navíos desprovistos de todos los elementos de navegación. Las condiciones eran tan malas que les llamaron sepulcros flotantes. Tenían 60 metros de eslora y 15 de manga. Llegó a haber hasta 1.000 hombres en cada uno de ellos.

Apenas había comida y bebida y aparecieron enfermedades como el escorbuto. Los cadáveres se arrojaban al mar hasta que se prohibió tirar los cuerpos porque los pescadores sospechaban del enorme tamaño que tenían los peces que nadaban en esas aguas.

Paradójicamente, empleaban el ocio para asistir a bordo a diversos espectáculos de teatro, sombras chinescas y conciertos de cámara.

En 1809 se tomó la decisión de trasladar a estos presos  a otros lugares. Por ejemplo, 1.500 fueron enviados a Canarias. En 1814 fueron liberados algunos de ellos en Cabrera, un islote con una sola fuente.

Lourdes  Márquez también nos relató la relación de comerciantes vascos en la bahía de Cádiz.

“Recordando un olvido: pontones prisiones den la Bahía de Cádiz. 1808-1810” edita Círculo Rojo. www.circulorojo.com

Lourdes Márquez ha intervenido en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el lunes 8 de septiembre 2014.

Puedes escuchar el audio del programa:

http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/2514820/2531922/lourdes-marquez-carceles-flotantes/

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