Hace una semana iniciábamos el relato del viaje de las águilas pescadoras desde Urdaibai hasta sus zonas de invernada en África. Estas águilas son ejemplares jóvenes traídos desde Escocia hasta el País Vasco en el marco del proyecto de recuperación de la especie que lleva la Sociedad de Ciencias Aranzadi junto al Urdaibai Bird Center. Nuestras águilas aventureras son: Malaspina, que se encuentra cruzando el desierto del Sahara en Argelia. Humboldt que sobrevuela el Alto Atlas en Marruecos. Elcano, que debe de estar por el sur de Portugal, Iradier que vuela tranquila por la península y Darwin, que todavía no ha despegado sus alas de Urdaibai.
Líneas abajo relata las ultimas vicisitudes de las águilas pescadoras Aitor Galarza que es quien dirige el proyecto en Urdaibai.
Este año cinco de estos ejemplares han sido dotados de un transmisor satelital que permite conocer, entre otros, detalles la ruta migratoria, así como la velocidad, altitud y dirección de vuelo. A estos cinco ejemplares se les ha bautizado en honor a ilustres viajeros relacionados con la exploración, la cartografía o la historia natural: el italiano Alexandro Malaspina, el alemán Alexander Humboldt, el inglés Charles Darwin y los vascos Manuel Iradier y Juan Sebastián Elcano.
De estos cinco ejemplares, únicamente Darwin permanece en Urdaibai. Los otros se encuentran ya en pleno periplo migratorio y dos, Malaspina y Humboldt, sabemos que han dado ya el salto al continente africano.
Contábamos el miércoles pasado que Malaspina fue la primera de las águilas que inició la migración. Abandonó Urdaibai el 3 de setiembre y cruzó la Península en sólo tres días. Cruzó a Argelia desde el Cabo de Gata y tras pasar la noche junto a la ciudad de Omán se lanzó al cruce del desierto. Según las últimas localizaciones que nos han llegado está aún en Argelia tras cruzar unos 1.000 km de desierto. Está cruzando el Sahara por su zona más ancha, de forma que va a tener que recorrer aún otros 1.000 km hasta llegar a zonas en las que poder alimentarse.
La migración es un momento crítico para la supervivencia de las aves migradoras y el desierto del Sahara es la barrera más imponente para los millones de aves que cada año se mueven desde las zonas de reproducción hasta las regiones de invernada en el África subsahariana. El Sahara se extiende por unos 9 millones de km2 y tiene una anchura mínima a franquear de unos 1.500 km. En el desierto existe un grave riesgo de deshidratación, agravado por vientos muy fuertes que a menudo provocan tormentas de arena que dificultan la navegación. Por ello, muchas aves vuelan muy alto cuando tienen que atravesarlos, reduciendo de este modo la pérdida de agua y esquivando las tormentas de arena. Además, a medida que se gana altitud la densidad del aire disminuye y con ella la resistencia que encuentra el cuerpo del ave. Ello favorece la navegación y, por tanto, reduce el consumo de energía. Lo pueden hacer gracias a que tienen un corazón de gran tamaño y a que son capaces de optimizar la absorción del oxígeno a bajas presiones.
El otro ejemplar que ya está en África es Humboldt, un macho que partió de Urdaibai el 9 de Setiembre y se encuentra ya en Marruecos cruzando el Atlas. Para cruzar el Mediterráneo costeó desde Almería hasta Gibraltar buscando el paso más corto y, por tanto, menos peligroso. Además, al internarse por Marruecos reduce en unos 500 km el cruce del Sahara, disminuyendo con ello los riesgos del desierto. Por el contrario, tiene que verse con las montañas del Atlas, aunque éste es un problema menor para las águilas. Para franquear la cordillera del Atlas Humboldt llega a alcanzar los 3.600 m.s.n.m.
Elcano salió de Urdaibai un poco antes que Humboldt, el día 6 de Setiembre. Parece que ha elegido una estrategia de viaje totalmente distinta. Elcano se ha dirigido al SW siguiendo zonas con agua. Así, se acercó al embalse de Sobrón, después fue hasta el embalse de Aguilar de Campoó en Palencia para finalmente dirigirse hacia los Arribes del Duero en la frontera con Portugal. Desde hace unos cuantos días no hemos recibido localizaciones, así que podría ser que ya hubiera alcanzado la costa africana o al menos se encuentre en alguna localidad de Andalucía o sur de Portugal.
Por último, Iradier inició la migración el mismo día que Humboldt, aunque se lo está tomando con más calma y se comporta de modo bastante dubitativo. Tres días más tarde de partir aún se encontraba por el centro de la Península, cuando lo normal es que en tres días lleguen a alcanzar el continente africano.
Aitor Galarza ha intervenido en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el miércoles 17 de septiembre de 2014.
Puedes escuchar el audio del programa:
