Iñigo García por la Ruta de la Seda afgana.

  1. El alavés Íñigo García ha seguido la Ruta de la Seda durante tres viajes. En 2003 visitó Irán. Posteriormente fue a Pakistán y por la Karakorum Highway cruzó a China. Hace seis años estuvo por Uzbekistán y Kirgistán. Para cerrar el ciclo, ha estado en Afganistán durante 12 días en septiembre de 2014. Se ha movido por Kabul vestido como los locales, respiró paz en el valle de Panjshir, le impactó la mezquita Azul en Mazar-e- Sharif y caminó por el valle de Bamiyan a dos mil metros de altitud.

 

Después de una entrevista con el embajador de Afganistán en Madrid, Íñigo obtuvo su deseado visado. Con escala en Dubai, aterrizó en Kabul. Estaba expectante ante lo que le deparaba tras la puerta del aeropuerto. Se encontró con una ciudad bulliciosa como otras que había conocido en Asia y esto le dio confianza.

Se hospedó un hotel muy modesto, no se fiaba de los hoteles lujosos pues han tenido atentados.

Intentó no hacerse notar como extranjero. Le resultaba difícil comunicarse pues no se habla inglés. Observó una ciudad muy castigada por la guerra. Visitó los mercados junto al río y el parque.

En la estación de colectivos se subió a un coche compartido que le llevó camino al valle de Panjshir, a 300 kilómetros al norte de Kabul. Se encontró con un remanso de paz rodeado de montañas. Es zona tayika en donde se encuentra la tumba del líder guerrillero muyahidin Ahmad Shah Massoud, considerado como el Che afgano.

Continuó en coche compartido hacia Mazar–e-Sharif, la cuarta ciudad más poblada de Afganistán. Resultó ser un trayecto de 11 horas durante el que se pasa por debajo de túneles construidos a tres mil metros de altitud por los soviéticos para trasladar los tanques en la época de la guerra.

En Mazar-e-Sharif está la Mezquita Azul considerada como un joya monumental afgana.

Iñigo volvió a Kabul para tomar un avión hacia Bamiyán donde hace 1.500 años monjes budistas chinos tallaron sobre el acantilado los budas gigantes. Fueron destruidos por los talibanes en 2001. El valle está a más de dos mil metros de altitud. Todavía quedan cientos de cuevas en donde meditaban los monjes. Cerca – a tres mil metros de altitud- están los lagos de Band-e Amir, cada uno de un color distinto.

Iñigo García es de Laudio (Araba) residente en los últimos años en Barcelona. Nos visita en los estudios de Radio Euskadi para participar en el programa “Levando Anclas” el 15 de febrero 2015.

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/levando-anclas/2514928/2976662/jon-vallejo-en-coche-de-gernika-a-bangkok-amor-en-ecuador/

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