Salva Rodríguez salió en bicicleta desde Granada el 24 de enero de 2006. De esta manera iniciaba – sin quererlo en un principio – un periplo de casi 10 años que le ha llevado a dar la vuelta al mundo. Ha contabilizado 264 pinchazos, 83 radios rotos, ha cruzado 14 veces la línea del ecuador y ha subido a 75 pasos por encima de los 4.000 metros. Tras recorrer África, Asia, América y Europa. está a pocos kilómetros de su casa en Granada. Le localizamos en la sierra de Cazorla. Allí vivió los últimos cuatro años antes de circunvalar el planeta en bicicleta.
Salva Rodríguez se encuentra a punto de culminar su travesía europea y, con ella, la vuelta al mundo. De México saltó a Lituania. El 24 de junio cruzó los Pirineos llegando hasta Sabiñánigo y Jaca. Pasó a visitar a sus amigos de Vitoria-Gasteiz y ahora está a punto de terminar el periplo en Granada.
Salva tuvo la gentileza de enviarme este escrito de anticipo a la entrevista en la radio.
Durante los tres últimos meses he cruzado Europa en diagonal desde Kaunas (Lituania) hacia la frontera de los Pirineos Aragoneses. A través de la región de los mil lagos (Polonia), Alemania, Francia, Suiza, Francia, sin demasiados desvíos ni paradas porque quería dejar tiempo suficiente para recorrer España y saborear el regreso con cierta calma. Y porque, como ya hablamos en la última ocasión, Europa me aburre bastante.
Crucé a España por el Portalet hacia Jaca, de ahí para recorrer todo el norte peninsular hasta Finisterre y que el antiguo ‘fin del mundo’ fuera el último vértice de una larga colección (Cabo Buena Esperanza, Cabo Comares, Vladivostok, Ushuaia…). Desde Finisterre, ya sí emprendí dirección al sur, a través del norte portugués, hacia Andalucía y Granada, lugar de inicio y final de esta vuelta al mundo que ha sido prácticamente una década.
Llevo más de un mes en España, visitando amigos aquí y allí, disfrutando del reencuentro con mis raíces, de la personalidad múltiple que conforma nuestro país, lo que nos une y lo que nos desune, con la intención de hacer un aterrizaje suave. Vaciar en una habitación las 5 alforjas que han sido todas mis pertenencias durante casi 10 años y comenzar una vida nueva merecía un tiempo de transición lento. Siento este viaje por España hacia Granada como un río que lentamente llega a desembocar en el océano, una forma lenta de cerrar una etapa y comenzar otra.
También una manera lenta para asimilar lo que ha sido este viaje, el sinnúmero de amigos que tengo por todo el mundo y que me convierten en millonario de verdad, las experiencias con las culturas, haber dormido en las casas de adobe, en las chozas de África, en las playas de cocoteros. Las selvas, los desiertos, las ciudades, los altiplanos, las sabanas, las temperaturas asfixiantes a 60 grados o el congelador de Siberia… Y todo ello en una sencilla bicicleta. Para mí es la prueba más evidente de que los hombres mayoritariamente son buenos, amables y cuando se presenta la ocasión, ayudan. Porque una bicicleta puede ser autónoma y acampar en soledad, pero cuando aparecen los problemas necesita de la ayuda del prójimo, y eso me he encontrado yo. Diría que he dado la vuelta al mundo empujado por la gente que he conocido durante el camino.
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Salva Rodríguez ha intervenido en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el jueves 6 de agosto de 2015.
Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/2514820/3401160/salva-rodriguez-cerca-de-concluir-la-vuelta-al-mundo-en-bici/
