Carlos Lázaro Ávila, historia de los dirigibles.

El dirigible es uno de los grandes iconos del siglo XX. Aparatos colosales que llegaron a cruzar los océanos  y que perdieron fuelle antes de la Segunda Guerra Mundial debido al avance imparable de la aviación convencional y algunos accidentes que fueron espectaculares como el protagonizado por el “Hindeburg”  (la mayor aeronave nunca antes construida) en mayo de 1937. Explotó mientras tomaba tierra en Nueva York, después de haber volado hasta allí desde Frankfurt.  Carlos Lázaro Ávila, doctor en antropología y especialista en aeronáutica, es el autor del libro “Breve historia de los dirigibles”.

El primer ensayo de vuelo con base científica lo llevó a cabo el jesuita Francesco Lana Terzi a finales del siglo XVII. Diseñó un pequeño barco volador cuya sustentación se basaba en 4 esferas de bronce a las que sometió al vacío. El 8 de agosto de 1709 se produjo en Lisboa la experimentación de una aeronave propuesta por otro jesuita, el brasileño Batolomeu Lourenço de Gusmao al que llamaron el “Padre Voador”. Elevó a 4 metros de altura un globo de aire caliente no tripulado que se convirtió en la primera ascensión aeroestática de la historia aeronáutica.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX las ascensiones aerostáticas proliferaron en las capitales y grandes poblaciones de uno y otro lado del Atlántico. El globo se deja llevar por el viento y no puede dirigirse, por ello los aeronautas de la época intentaron solucionar los problemas de guiado y propulsión y así nacieron diferentes proyectos imaginativos que derivaron en el dirigible.

Carlos Lázaro Ávila en “Breve historia de los dirigibles” repasa la biografía de los constructores de estas naves de los cielos. Nombres como el alemán Ferdinand von Zeppelin, el brasileño Santos Dumont o el español Leonardo Santos Quevedo.

Tras la Primera Guerra Mundial los dirigibles se olvidaron para el uso de la guerra. La nueva proyección se enfocó en el transporte de pasajeros y carga. Por su lentitud y majestuosidad, era un magnifico balcón sobrevolando países como Alemania.

El desafío era cruzar el océano Atlántico de Europa hacia América. El primero que lo consiguió fue el R-34, que en 1919 partió de Escocia y cuando llegó a la costa este de Estados Unidos no tenía un hangar en donde permanecer así que, al poco, regresó para Gran Bretaña.

El vuelo realmente serio fue el de Graf Zeppelin en 1928. A la altura del mar Caribe, sorteó una tormenta tropical. Cuando llegó a Nueva York fue recibido de manera apoteósica. Al año siguiente dio la vuelta al mundo.

Carlos Lázaro Ávila ha intervenido en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el miércoles 4 de mayo de 2016.

“Breve historia de los dirigibles” edita Nowtilus.

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/3446030/4042994/pello-salaburu-historia-de-pastores-vascos-en-el-lejano-oeste/

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