José Antonio Azpiazu, navegantes vascos entre hielos y océanos.

El historiador y antropólogo José Antonio Azpiazu es autor de numerosos trabajos que reivindican la importancia que el mar ha tenido en la historia de los vascos. “Hielos y océanos. Vascos por el mundo” es su último libro en el que se hace una pregunta clave: ¿Qué protagonismo correspondió a los vascos en los grandes acontecimientos que cimentaron la Historia Moderna? Entre los personajes de esta época dorada se incluyen importantes apellidos: Elcano, Urdaneta, Legazpi, Oquendo, Recalde, Gaztañeta, Blas de Lezo o Churruca, por citar algunos de los más renombrados. Los marinos vascos dejaron su estela naviera en el descubrimiento de América, la pesca en Terranova de la ballena y el bacalao y las travesías del Pacífico e Índico. Sus huellas están presentes en Islandia o en los mares árticos de Noruega.

José Antonio Azpiazu continúa su investigación de los vascos en su relación con el mar, tarea con la que lleva publicando libros como “Balleneros vascos en el Cantábrico” (2000); “Historias de corsarios vascos” (2004); “Nuevas historias de corsarios vascos”, 2005; “La empresa vasca en Terrranova” (2008); “Los vascos se echaron al mar” (2015) y ahora está en las librerías “Hielos y océanos. Vascos por el mundo” en el que hace referencia a la relación de los marinos de nuestras tierras con los océanos del planeta, especialmente el Atlántico y el Pacífico, y sus inmersiones en mares helados como los de Terranova, Islandia, Noruega y la Antártida.

“Hielos y océanos” es como un epílogo de “Y los vascos se echaron a la mar”. Se reflexiona de la importancia del mar para los vascos y como no ha sido demasiado resaltado por la historia pese a su gran relevancia. Quizá por la fama de reservados y callados de los vascos y porque guardaban en secreto sus bancos de pesca y captura de la ballena.

El desarrollo de la industria naval se da a partir del siglo XII. Los vascos se aplicaron a ello con ahinco. De hecho, Tomé Cano, en el “Arte de fabricar naos” (Sevilla 1611), dice que son los portugueses y los vizcaínos los que mejor construyen barcos. Una de las aportaciones es el “coque”, gran barco de transporte que hacia 1485 se convirtió en el navío mercante usual en el mar Mediterráneo y en el océano.

En la nueva obra de José Antonio Azpiazu se comenta la modernidad del sector naval, la transmisión de saberes, las economías del marinero, la vida abordo y sus curiosidades.

Europa en el horizonte de los marinos vascos, la relación con Sevilla, Galicia, Portugal, Francia, Inglaterra e Italia.

Los vascos se establecen en las Américas, la llamada del Nuevo Continente, la vocación atlántica, el comercio indiano, muertes, piratas y ausencias.

El historiador Javier Elorza colabora en el libro aportando documentación hallada en el Archivo de Simancas y en la ciudad de Valladolid sobre una enigmática historia de la que el principal protagonista fue el capitán de Zumaia Miguel Aguirre, que viajó, con el beneplácito de los Reyes Católicos, en búsqueda de las Indias varios meses antes que Colón.

También se narra el rescate en la Antártida (1903) de un barco  con misión científica en donde se encontraban algunas de las eminencias europeas  de las ciencias. Quedaron atrapados por los hielos.  En su ayuda, puso rumbo el rompehielos argentino llamado “Uruguay”.  La hazaña corrió a cargo del comandado por el teniente de navío Julián Irizar, hijo de un oñatiarra emigrado a Buenos Aires.

“Hielos y océanos. Vascos por el mundo” edita Ttarttalo.

José Antonio Azpiazu interviene en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el martes 11 de octubre de 2016.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *