Javier Reverte en la nota introductoria de su nueva obra  “New York, New York…” escribe: “Para algunos de nosotros, si es que existe, la utopía americana tiene un nombre: Nueva York. Y mi anhelo particular consistía, no en conocerla, sino en vivirla. De modo que, no hace mucho, al recibir un cuantioso premio literario, decidí lanzarme a la más hermosa de las aventuras humanas: cumplir uno de tus sueños”. De esta manera, alquilo un estudio en el centro de Manhattan y se fue a vivir los tres meses de otoño, la estación que más le gusta del año. Durante su estancia en Nueva York apenas salió de Manhattan, paseo y escribió.

Javier Reverte es el gran referente contemporáneo de la literatura de viajes. Periodista y escritor. Trabajo como corresponsal en Londres (1971-1973), París (1973-1977) y Lisboa (1978). Fue enviado especial por numerosos países del mundo. En los últimos años es autor de una exitosa colección de libros de viajes. Ha pisado los cinco continentes, navegado por el Indico, Pacifico y cruzado el Atlántico en dos ocasiones; ha costeado el Ártico por el paso del Noroeste. Ha descendido el Amazonas, recorrido el curso del Alto Nilo, el Yantgse, navego a bordo de un trasbordador por el río Congo, ha remado en kayak por el río Yukon en el que se cayó al agua, y bajado el Mississipi. Ha surcado las aguas de los lagos Victoria, Tanganika y Tana. Autor de 8 titulo sobre África negra.

Sus últimos cuatro libros son “Un otoño en Roma”, “Un verano chino”, “El hombre de las dos patrias”- sobre Albert Camus premio Nobel nacido en Argel- y el que nos ocupa en la presente entrevista: “New York, New York…”

Para empezar se instalo en un apartamento cutre que costaba una fortuna en el Village. Cerca en donde vivió Bob Dylan y en donde el poeta Dylan Thomas, según la leyenda, se bebió 18 whiskies seguidos y entró en coma etílico y luego se murió.

Javier Reverte asegura que le da mal vivir sin sentirte rodeado de mítica. En el Village escribió Edgar Allan Poe, se estableció en los años 20 Ernest Hemigway y John Dos Pasos.

El Village, le recuerda al barrio Le Marfais de París en donde residía cuando eras corresponsal de prensa en los años de 1970.

Tras dos noches en el Village, se muda de vivienda y de bario. Su nuevo alojamiento resulta esplendido, en el numero 333 de la calle 54 Este, entre las avenidas Primera y Segunda. A 10 minutos de las Naciones Unidas, a 12 de la Quinta Avenida y a 25 del Central Park…Pero sobre todo, a 5779 kilómetros de Madrid, que es de lo que se trataba. Emocionado pronuncia: ¿Qué hermoso es irse!, ¿y cuán sencillo resulta! Una sensación a descubrir.

El autor se siente pletórico, libre y a su aire. Esta en el centro de Nueva York  para sentirlo paso a paso. Tiene la sensación de euforia, la misma que le embarga cuando emprende un viaje o cuando se instala en un lugar del que lo desconoce todo. Piensa que es una manera de renacer o un regreso a la infancia.

Nueva York le parece un espacio irreal, se siente como una suerte de habitante de un cómic.

Afirma que: “Sin el cine, América no sería nada y Nueva York no tendría espejos en donde mirarse”.

Camina despacio, mira y toma notas en su cuaderno de bolsillo.

Los medios de transportes utilizados: autobús, metro y piernas. Le gusta observar a los conductores de autobús.

“New York, New York…” publica Plaza y Janés.

La entrevista con Javier Reverte se emitió en el programa de Radio Euskadi “Levando anclas” del 25 diciembre 2016.

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/levando-anclas/4344292/4575509/javier-reverte-new-york-new-yorkjerusalenrelatos-mujeres-viajeras/