Manuel Gariosain se propuso cumplir un sueño y lo hizo realidad, aunque pareciera imposible. Sin conocimientos de navegación cuando partió, circunvalo el globo terráqueo en un velero sin motor. Publica “Casa al viento. Una vuelta al mundo a vela”. Hace unas semanas le entrevistamos para que nos contara como este pamplonica se echó a la mar y como cruzo el Atlántico. Ahora, relata la travesía del Pacifico y su encuentro en Sídney con Lia Zafra. A partir de Australia el navegante solitario tuvo pareja. Contamos con el testimonio de Lia.

Manuel Garisoain y Lia Zafra nos relatan la circunnavegación al orbe en el velero “Intxea”. Una embarcación de 7,5 metros de eslora sin motor. La travesía duro 6 años y medio entre 1982 a 1988.

Manuel es de Pamplona, con poco conocimiento en navegación se dispuso a dar la vuelta al mundo soltando amarras en Vila Nova i Lagiltru. Fue aprendiendo por el camino. Llego a las Palmas de Gran Canaria. Impulsado por los vientos alisios y alcanzo las costas de Venezuela.

Cuando se encontraba en un puerto panameño le cayó un rayo al Intxea. Menos mal que en ese momento cenaba con un amigo marino en un barco mercante.

Uno de sus mayores miedos era cruzar el canal de Panamá en un pequeño barco sin motor.

En esta parte del relato nos quedamos en un anterior programa de Levando anclas.

Ahora proseguimos con el segundo capítulo en el que Manuel Garisoain nos explica como llego a navegar por el océano Pacifico.

También se une a la conversación Liz Zafra, viajera argentina, a la que conoció cuando llego a Sídney y se embarco hasta la meta final de esta vuelta al mundo.

Esta  gran aventura marina se recoge en el libro “Casa al viento”. Se publica 33 años después.

Manuel Garisoain opina que el océano Pacifico ha sido el mejor océano que ha surcado.

Paso del canal acompañado del velero australiano “Horn Pipe”.

Celebro el cruce del Ecuador con una tarta. Manuel recuerda: “Noche maravillosa, tenue, suave, tropical, caliente”.

Solto amarras en Puerto de Salinas en Ecuador rumbo a Galapagos. Llego al cabo de una semana. Estuvo en Puerto de Ayora.

Bajaba a tierra con un macuto para observar los animales: iguanas, albatros, tortugas gigantes.

Conoció a Marta, una mallorquina que hacía años vivía en las Galápagos. Se intercambiaron libros y tuvo buena lectura para las próximas millas marinas.

Mientras navegaba, una medusa toco sus píes, sintió una gran sacudida, se quedo paralizado, tumbado en proa.

Tras 30 días de navegación llego a Eiao, una isla deshabitada. Se sirvió de cocos y los tiburones que por dos veces le hicieron regresar al barco.

Trabajaba en los puertos para llenar el arca.

A 500 millas, antes de llegar a Sídney, apareció una ballena bastante cerca del barco. Era enorme y le seguían los pájaros.

Consiguió contactos a través de la Casa de España en Sídney. En su restaurante fregaba sartenes, pucheros y platos en el horario nocturno. Durante el día trabajo con un alemán con pinturas y barnices.

También se relacionaba con el Gure Txoko, donde le trataron estupendamente. Los domingos le invitaban a comer. Eran unos momentos muy agradables que le hacían cambiar la rutina.

Conoció a Lia Zafra en el Club Náutico, una chica argentina que preparaba entrantes en un restaurante de la ciudad. Empezaron a salir juntos. Después de 6 meses de estancia en Sídney llego el tiempo de levar el ancla. Manuel y Lia navegaron a Brisbane. Estuvieron por la gran barrera de coral, el estrecho de Torres hasta arribar a Darwin.

Superada la prueba, Manuel dejo de ser navegante solitario para compartir la travesía por el océano Indico y el Mediterráneo hasta completar la vuelta al orbe.

Manuel Garisoain y Lia Zafra han intervenido en el programa de Radio Euskadi “Levando anclas” emitido el 17 abril 2022.

Puedes escuchar el audio del programa: https://www.eitb.eus/es/nahieran/radio/radio-euskadi/levando-anclas/5164/