La escritora Berta Serra Manzanares (RubÃ, Barcelona, 1958) publica la novela “Los ojos del huracánâ€Â ambienta en La Habana de mediados del siglo XIX. Una época en la que el archipiélago vivió un momento de gran esplendor y riqueza gracias al aumento del consumo de azúcar. Este producto era demandado en gran cantidad por Estados Unidos y Europa. Con estas buenas perspectivas comerciales fueron muchos los que marcharon a Cuba para “hacer las Américasâ€. Algunos de ellos amasaron grandes fortunas. Para explotar estos ingenios azucareros se sirvieron del trafico de esclavos.
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Berta Serra tiene como protagonistas a emigrantes catalanes que con visión emprendedora se asentaron en Cuba y comenzaron con el negocio del textil para proseguir con la azúcar y la trata de esclavos.
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El empresario catalán Conrado Grau llego a La Haban en 1834. El es uno de los ejemplos de personas que hicieron fortuna en una época de esplendor económico. La escritora Berta Serra novela esta época histórica crucial previa a la independencia de Cuba.
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La trata de esclavos esta omnipresente en la novela. Berta nos confesaba en la Casa de la Palabra (27/11/2008) que este tema le causaba fascinación. Abolida la esclavitud españoles y portugueses siguieron con su comercio debido al auge de los ingenios azucareros en Cuba y Brasil. Berta afirmo que estos paÃses fueron los reyes de la esclavitud. Los propios monarcas negros vendÃan a sus súbditos. Cuando llevar negros fue demasiado peligroso porque los perseguÃan los buques ingleses pues no permitÃan ese tipo de comercio, la solución fue ir a China a alquilar semiesclavos, culÃes. Eso darÃa entrada al opio y a que se fundara el primer fumadero en La Habana.
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Berta Serra comienza “Los ojos del huracán†con una descripción detallada de la llegada de un ciclo y sus efectos. El lector desde las primeras lÃneas se encuentra envuelto en un torbellino caribeño.
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Berta ha estado un par de veces en Cuba, en el verano de 2004 y la navidad de 2005 cuando casi tenia terminada la novela. Necesitaba conocer y sentir la isla. Estuvo en la Biblioteca Nacional y compro libros de viejo en la Plaza de Armas pero sobre todo se dedico a vivir, a llenarse de sensaciones. Cruzo Cuba en un coche alquilado.
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Los ojos del huracán lo edita Anagrama.