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Reportaje realizado a Ignacio Martínez por el periodista Roge Blasco en el programa “La casa de la palabra”, en Radio Euskadi, en directo desde Montevideo por vía telefónica.

RB A continuación, en “La casa de la palabra” hablaremos con Ignacio Martínez sobre su libro MILPA Y TIZOC, Premio del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. Es una novela juvenil de aventura sobre la cultura mexicana. El escritor Ignacio Martínez ha publicado 48 libros para niños y jóvenes, 7 para adultos y ha estrenado 24 obras de teatro. A los 19 años tuvo que abandonar el país y anduvo por el mundo donde trabajó en 100 oficios. La novela MILPA Y TIZOC cuenta la historia de dos jóvenes aztecas que son testigos del desembarco de Hernán Cortés en los tiempos de la conquista de México. Le damos la bienvenida a Ignacio Martínez que está allí en Montevideo, en la primavera. Buenas noches, buenas tardes…

 

 

IM Buenas tardes para aquí, buenas noches para España y para el País Vasco.

 

RB Ignacio están viviendo la primavera…

 

IM Hoy hace un día espléndido, de más de 30 grados, pero estamos con mucha seca aquí, a diferencia de ustedes. Lamentablemente necesitamos las lluvias que nos podrían prestar un poco de allí, del Norte.

 

RB Pues sí, aquí no ha dejado de llover en todo el mes de noviembre. Me gustaría preguntarte algo sobre tu biografía. Por ejemplo cuando tuviste que salir del Uruguay, cuando tenías 19 años. ¿Saliste exiliado? Coméntanos un poquito de esa época en que estuviste trabajando en cien oficios distintos.

 

IM Mi caso es el de tantos compatriotas que en esos años difíciles, a partir del 27 de junio de 1973, algunos casos antes, (yo nombro esa fecha porque fue el momento del golpe de estado), tuvimos que abandonar el Uruguay y fuimos de alguna manera recibidos por países hermanos primero (Chile, Argentina), pero luego también toda América se volvió muy difícil para poder quedarnos en esta zona del mundo y entonces muchos países europeos abrieron sus puertas para darnos su solidaridad. España sin duda, Francia, Suecia. Y ahí comenzó un periplo de decenas de miles de uruguayos y uruguayas que durante más de diez años anduvimos recorriendo los caminos del mundo, tratando de aprender lo máximo que nos podían dar los pueblos hermanos para volver algún día. Y efectivamente eso fue lo que ocurrió. Regresamos procurando ponernos al servicio de lo que los cambios en nuestro país nos exigían en esos tiempos tan difíciles.

 

RB Ignacio, tú eres muy conocido en tu país, Uruguay y en otros países, haces visitas al Estado Español, haces visitas a Cuba presentando tus libros, pero ¿por qué te has interesado en la literatura infantil sobre todo?

 

IM En lo persona siento una mayor afinidad con los niños y para los jóvenes, pero también hay un argumento de tipo ideológico, digámoslo así. A veces pienso, Roge, que en estos momentos del planeta, del mundo, escuchando al escritor que me antecedió, vinculando los temas ecológicos y lo que le estamos haciendo a la naturaleza, en fin, creo que debemos trabajar, cualquiera sea nuestro oficio, cualquiera sea nuestra tarea, debemos dedicar un tiempo importante a los niños y a los jóvenes. El mundo que ellos reciban debe ser mejor que el nuestro. Si es peor que el nuestro, algo habremos hecho mal. Yo a veces digo, y pido disculpas si suena con cierto grado de crudeza,  pero a veces pienso que escribir para adultos es una pérdida de tiempo. Hay una urgencia universal que nos reclama para trabajar con fuerza para que estos niños y estos jóvenes, incluso, sean mejores que nosotros, ellos como personas.

 

RB Nuestro invitado anterior tiene un libro dedicado a los niños que habla de las ballenas y por cierto, Ignacio, tu último libro de literatura infantil publicado en el Uruguay se llama “Franca, la ballena valiente”.

 

IM En efecto ahí hay toda una coincidencia. Me parece hermoso que desde España, desde el Norte de España, se esté trabajando por el mismo terma desde el mar Cantábrico. Mi novela para niños tiene otra ubicación geográfica. Está planteada en el extremo Sur del Atlántico, más allá de las islas Malvinas, muy cerca de la Antártida. Estas ballenas que precisamente se llaman ballenas franca, yo le puse el nombre como nombre propio, Franca, y este pequeño ballenato, muy valiente ella, va a hacer su trabajo para contrarrestar los barcos balleneros, terminando con una declaración que dice “Declaramos que esta región está protegida y que nadie podrá cazar ningún tipo de ballena, jamás” y lo interesante es que esta región, dice la Declaración que las ballenas y muchos animales promueven, tiene como símbolo el mundo entero que no es solamente una zona de nuestro planeta sino el mundo entero, ese globo azul que vaga por el Universo que tendremos que proteger a como dé lugar.

 

RB Esa es la novela “Franca, la ballena valiente”. Aquí se acaba de publicar MILPA Y TIZOC, herederos de las piedras y el maíz, que es una novela histórica juvenil que está ambientada en la conquista de México. ¿Por qué te has interesado en ese México de los siglos XV y XVI?

 

IM Esta novela surge en su edición española porque mi amiga Ana Zendrera, de Editorial Sirpus, que toma la responsabilidad de sacarlo en España, dice que se enamoró de esta novela, hace ya muchos años, cuando estuvo por aquí, por Uruguay, y que se había comprometido a editarla. Un poco porque ambos tenemos la misma sintonía de contar de alguna manera la historia que muchas veces no se ha contado. Tratar de darle voz a aquellos pueblos precolombinos que de pronto pueden encontrar en una novela una posibilidad mayor de expresarse, más aún que en los libros de historia de los cursos curriculares. En realidad es la intención de acercar la historia de nuestro continente a los jóvenes que de alguna manera le tomen el gusto de indagar en ella para conocer un poco mejor nuestro pasado. Tu sabes que acá en Uruguay hay un señor que cabalga sobre un caballo muy viejo y lo hace al revés, va de espaldas el hombre. Cuando uno le pregunta por qué cabalga de espaldas él dice que el caballo lo va a llevar por donde sea pero él nunca debe perder de vista de dónde viene.

 

RB ¿Esa historia es real?

 

IM Es un hecho real, con toda la fantasía de nuestros poetas del campo adentro…

 

RB Donde pasan cosas mágicas también.

 

IM Sin duda. Una magia que es mucho más fantástica que la ficción misma.

 

RB Volviendo a México. A ti también te impresionó cuando estuviste en México en 1982 y te quedaste afectado por Teotihuacán.

 

IM Sí. Me quedé muy impresionado. Para decirte, nomás, que la palabra más dulce y más rica viene del idioma náhuatl de los aztecas y se dice “chocolate”, eso nos da la obligación de investigar un poco esa hermosísima cultura, llena de sabiduría que en este caso está ubicada en el siglo XVI, al principio, en un momento muy particular, donde llega Hernán Cortés en 1519, pero además indagar incluso en todas las creencias de este pueblo, en sus dioses que tienen unos nombres formidables, ese dios de la lluvia, Tlaloc, ese dios del fuego, Huehueteotl, esa diosa del amor, Tlazolteotl, que van a conversar con el dios cristiano y le van a decir si nos podemos poner de acuerdo en que no haya enfrentamientos para poder edificar un mundo y el dios cristiano dice que él es un dios de la paz que no sabe si podrá detener todo esto pero que en principio se pone a disposición. Los dioses viejos de la América precolombina le hablan a este dios joven, como lo llaman ellos, diciéndole que tal vez tenga mucho para hacer en el futuro de la humanidad. Eso es un poco también la parte mística de esta novela que muestra quizá tres novelas al mismo tiempo: la parte rigurosamente histórica de la llegada de la colonización, la parte específicamente de enamoramiento de los jóvenes, de Milpa y de Tizoc, y esa parte medio mágica que es la propia cultura azteca, mixteca, tolteca, que de alguna manera recoge también lo que fue la cultura maya y toda esa civilización centroamericana y de América del Norte.

 

RB ¿Cómo narras el encuentro con Hernán Cortés? Porque la población de Tabasco, por ejemplo, cuentas que los recibieron pensando que venían en son de paz y quedaron deslumbrados con esos hombres de barba y con los caballos…

 

IM. Sí, todo eso llamó la atención de los pueblos originarios, pero bueno, allí hubo toda una cuestión de política militar y de búsqueda de la conquista. Yo, de todas formas quiero ser muy preciso en decirte que no fue todo malo lo que vino ni todo bueno lo que aquí había. Podemos analizarlo con mucho más rigurosidad y decir que hoy nosotros somos de alguna manera la consecuencia de todo este crisol multicolor que dio origen a esta patria latinoamericana. A esto habrá que agregarle, como lo hago en algún otro libro por allí, la influencia enorme de las culturas africanas que recibió nuestro continente. Lo que sí hubo fue un encuentro de gente que venía con mucha sed de riqueza, de prosperidad, que seguramente salían de una península ibérica extremadamente golpeada, con enormes problemas, después de tantos años de presencia mora. Esta novela no desea ser un libro de historia. Antes que nada deseo que el joven pueda encontrar un lugar de regocijo, pero también de reflexión, de emoción, de introspección acerca de algunas cosas que allí se dicen para que en el último minuto, cuando cierre la última página le quede algo en su espíritu que le permita hacer algo más en la reflexión de lo que ha pasado en esta América en los últimos quinientos años.

 

RB Esta es la novela juvenil MILPA Y TIZOC, herederos de las piedras y el maíz. Ya para terminar esta conexión con Montevideo, háblanos de tu revista El Tomate Verde para niños y maestros que recoge el tema ambiental.

 

IM Sí, ya estamos entrando en el noveno año y la de este bimestre noviembre-diciembre habla de los molinos como fuente energética importante, de alternativa, habla de la lombriz, de qué es la nanotecnología, un tema extremadamente apasionante y habla también de una experiencia de la granja “La Calera”, una experiencia que hacen los niños de mi país donde producen la tierra con los maestros. La revista es una experiencia interesante. Son 36 páginas a todo color que los mismos niños ilustran y donde nos envían sus artículos, sus poemas, sus reflexiones, sus grafitis, esas frases que a veces se pueden escribir en un muro. Los niños tienen una originalidad realmente mayúscula. Uno dice “Si el viento es inagotable, ¿por qué no se instalan más molinos para la energía, eh?” o “Eso de la energía nuclear es un tema muy explosivo”. Son frases que inventan los niños y que de alguna manera reproducimos. Es una revista auspiciada por Redes Amigos de la Tierra, una organización ecologista en Uruguay, que a mí me cuenta más que nada como un coordinador del trabajo y que al día de hoy la adquieren cientos de maestros que la manejan en clase que nos permite hablar de miles de niños que tienen contacto con esta revista bimestral.

 

RB Si desean adquirir esta novela juvenil de Editorial Sirpus, pues la pueden obtener en cualquier librería. Para saber más de esa revista ecologista o de la novela Franca ¿puedes decirnos alguna página?

 

IM Sí, por supuesto. Pueden entrar a www.somosamigosdelatierra.org o a mi página donde serán bien venidos www.ignacio-martinez.com

 

RB Buen, Ignacio que tengáis una buena primavera.

 

IM Gracias y saludos a todos los que han escuchado esta nota.     

 

 

Nota: Fuera de micrófono el periodista Roge Blasco ha dicho que lo que ha leído de Milpa y Tizoc le ha gustado mucho.

 

        

 

Ignacio Martínez escritor uruguayo nos habla de su novela histórica Milpa y Tizoc. Sobre la conquista de México.

Ignacio Martínez nos hablo en la Casa de la Palabra (24/11/2008) desde Montevideo, en plena primavera, a 31 grados y con sequía. Nosotros al otro lado del micrófono, al otro lado del Atlántico, con lluvias interminables al borde de la inundación. Ignacio nos hablo de su extensa obra como escritor de literatura infantil y juvenil, Como ejemplo su novela “Milpa y Tizoc. Herederos de las piedras y el maíz”. Las aventuras de una pareja de jóvenes aztecas del siglo XVI que observan el desembarco de Hernán Cortes. Raudos dan la noticia en diferentes poblados hasta llegar a la ciudad imperial de  Teotihuacan.

 

Ignacio Martínez nació en  Montevideo, la bella capital de Uruguay, el 5 de septiembre de 1955. A los 19 años, con la dictadura militar, marcho al exilio. Primero fue a Argentina y luego a Suecia, Francia y cuatro años a Venezuela. En medio visito Brasil y otros países. Por aquel tiempo trabajo en 100 oficios: desde limpiador hasta docente.

 

Ha publicado 48 libros para niños y jóvenes y 7 libros para adultos. Se han estrenado 24 obras de teatro de su autoría y es creador de un disco para niños con letras y músicas suyas. Es el redactor responsable de la revista ecologista para niños y maestros El Tomate Verde, es bimensual y se publica desde hace nueve años.

 

Ignacio Martínez ha recibido la mayoría de los premios literarios de su país y ha dado conferencias sobre literatura y educación en Uruguay y diversos países de América Latina y el Caribe. Milpa y Tizoc obtuvo, entre otros, el Premio del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.

 

 

La primera vez que estuvo en México fue en 1982. Visito la antigua ciudad de Teotihuacan que le atrapo para siempre. Ignacio escribe: “Caminando por sus calzadas o subiendo por las pirámides, me parecía sentir la historia bajo mis pies”. Sintió la necesidad de dar espacio a las voces olvidadas de la América precolombina y civilizaciones como a azteca desde el punto de vista de personajes anónimos como son  Milpa y Tizoc.

 

Ignacio Martínez quiere dar a conocer a los jóvenes la historia, tradiciones y cosmogonía de los últimos aztecas. En las paginas de “Milpa y Tizoc” son habituales divinidades como Tlaloc dios de la lluvia, Tlazolteotl diosa del amor y otros. Relata los acontecimientos del desembarco en 1519 de Hernán Cortes en la actual Vera Cruz con cien marineros y 17 caballos. Su avance hacia Teotihuacan donde reinaba Moctezuma.

 

Milpa y Tizoc. Herederos de las piedras y el maíz lo edita Sirpus. www.sirpus.com

 

Información sobre la revista El tomate verde: www.somosamigosdelatierra.org