“La mayoría de los hombres busca el placer con tal apresuramiento, que pasa de largo por su lado”

Soren Kierkegaard (1813-1855)

La prisa mata. Mata el deseo. Mata el placer. El movimiento mundial “slow” no predica el aburrimiento entre amantes ni demoniza los encuentros eróticos furtivos. Propone encuentros donde poder explorar y degustar los placeres carnales en profundidad, intensidad y con ceremonia.

EL MOVIMIENTO SLOW

Para muchos/as de nosotros/as resulta difícil imaginar lapsos de tiempo en el día a día que sean pausados, tranquilos, placenteros, contemplativos… corremos de una obligación a otra sin hacer pausas para hablar con los vecinos o compañeros de trabajo. Tampoco nos tomamos esos 15 minutos de siesta que nos re-energetizarían para el resto del día.

Hace tiempo que probablemente hemos dejado de lado la posibilidad de desplazarnos a pie o en bicicleta. Calentamos los alimentos en el microondas sin poder disfrutar ni de la compra de esos alimentos en el mercado de la ciudad ni de la compañía al prepararla en nuestra cocina. Las horas de trabajo nos invaden la agenda y con mucha ‘suerte’ llegamos corriendo al curso de yoga o a la piscina a relajarnos. De repente, queremos y necesitamos, FRENAR.

SLOW SEX: DEGUSTA LOS CINCO SENTIDOS

Desaceleremos. Es una invitación, una propuesta, una tentación. Hagamos las cosas de una en una, y no más. Busquemos ratos para cuidar de nuestros cuerpos, para explorar lo que nos excita. Encontrémonos. Profundicemos en cada uno de los cinco sentidos, poco a poco. Entremos en las tramas del placer.

BUSCA TU FÓRMULA ERÓTICA

Contrata un canguro para escaparte con tu pareja al menos una vez al mes. No busques el orgasmo, siente el placer por el puro placer. Alimenta las fantasías desde el día anterior con mensajes, toques, susurros. Decora una zona de la casa para recrearte. Entrénate para retardar la eyaculación, asesórate. Apaga el teléfono. Sal antes de trabajar de vez en cuando. Hazte cómplice de tu pareja y huye de cargas sociales. Cambia de escenario; busca la tranquilidad del monte o de una playa kilométrica.

Una vida erótica satisfactoria incrementa el rendimiento laboral, mejora las relaciones sociales (si no molestamos al vecindario) y mejora nuestra calidad de vida.

A partir de la primavera, con el aumento de la temperatura, puede ser muy buena época para comenzar el hábito de reservar, por ejemplo, un par de horas a la semana… para recrear la erótica de cuando éramos adolescentes… para un buen baño en compañía… para hacerlo en en el monte o en el jardín húmedo por el aspersor…

Reinventa tu vida erótica. Enriquécela. A solas. En compañía.

Desacelera. Si no lo haces tú, nadie lo hará por ti.