Categories: Entrevistas

“Hay que dar espacio y tiempo al doliente para que exprese todas esas emociones que vive como extrañas durante el duelo”

Agustin Salazar participando en una sesión de su taller literario

Nos acercamos hoy en la sección LA ENTREVISTA a Agustín Salazar ,  médico de familia de Bilbao que considera que su labor es, también, ofrecer apoyo a los pacientes que han sufrido una pérdida. El doctor Salazar elaboró en el 2003 (última revisión en el 2011) un  documento informativo para pacientes titulado Cuando ya no está el ser querido(o la dolorosa experiencia del duelo) 

Agustín Salazar ejerció de médico “en zona rural” de Burgos y Álava durante 11 años. Del 1991 al 2007 trabajó en el Centro de Salud de San Inazio y desde esta fecha hasta hoy en el de Deusto, ambos en Bilbao. Nació en Barakaldo y reside en Bilbao. Es viudo (2006) y padre de dos hijos.

¿El dolor por la pérdida de un ser querido por  accidente de tráfico es distinto al dolor de alguien que se pierde tras una enfermedad?

Al margen de los costes económicos de la atención médica de los accidentados y de las secuelas, está todo el sufrimiento psíquico, no medible, que tanto el afectado como la familia sufren, y que alcanza su máxima expresión cuando se produce un fallecimiento. En esencia el duelo siempre tiene unas características similares pero el dolor por la pérdida en accidente se diferencia de otros en que de un minuto a otro ya no tienes a esa persona de la que antes habías disfrutado. Requiere por tanto una adaptación para la que uno no se había preparado como ocurre, por ejemplo, cuando la persona cercana muere por cáncer o demencia. Parece que en estos casos el final se ve venir e intuimos que algo cambiará en nuestra vida después de la muerte de esa persona: en los accidentes no existe este proceso y todo es más brusco y desgarrador.

¿Cómo se afronta esta tarea más psicológica, de consuelo?

La muerte de un ser querido se considera una de las situaciones vitales más duras en la vida de las personas. Nuestras vidas están indisolublemente unidas al duelo porque tarde o temprano, todos pasamos por esta terrible experiencia. Es por ello que el duelo, el trabajo psicológico que realizamos para adaptarnos a la vida tras la muerte de un ser querido, es un fenómeno frecuente. Este trabajo psicológico la mayoría de las personas lo  hace solo o con ayuda de familiares y amigos. A veces el dolor resulta tan insoportable que se acude a un profesional (médico, enfermera, psiquiatra o psicólogo). Nosotros, como médicos, tendríamos dos funciones primordiales: la normalización y la búsqueda de duelos patológicos. Para lo primero hay que dar espacio y tiempo al doliente para que exprese todas esas emociones que vive como extrañas porque nunca las había sentido antes y que le hacen pensar que está enfermando, que se volverá loco o que no será capaz en adelante de disfrutar más de la vida. Y si dice que no duerme, que está triste, apático, nervioso, hay que explicarle que esto es lo más habitual, que no debe autocensurarse, que debe expresarlas y sacarlas de su interior. Normalizar toda esta avalancha de sentimientos es muy importante porque este enunciado del profesional de que todo ello es normal reconforta al doliente y le hace sentirse como los demás y no como alguien raro o extraño. Los fármacos pueden tener una utilidad puntual cuando los síntomas son muy intensos, pero en general, salvando que cada caso debe ser analizado en particular, deben usarse con  mucho juicio. En los casos en que los sentimientos son muy prominentes y la duración es excesiva u otros síntomas, puede ser preciso el seguimiento por alguien más especializado, pero, en mi opinión, son pocos los casos que se convierten en duelos patológicos.  

 ¿Están suficientemente preparados los profesionales de sanidad para dar esta atención?

Los médicos de atención primaria intentamos ver a la persona desde una perspectiva biopsicosocial y cada vez está más probado que así debe de ser. Con esta perspectiva enmarcar el duelo como una fase de la vida de la persona facilita que se la ayude y que se evite medicalizar lo que no es otra cosa que parte del transcurrir de la vida. Yo intento que los residentes de medicina de familia que se forman en mi consulta tengan esta visión y aprendan a escuchar y a contener la mano a la hora de recetar psicofármacos para el duelo. Ellos me dicen que les resultan consultas complejas, duras de sobrellevar, más difíciles que otro tipo de consultas más biológicas, más médicas.

En Sanidad se dice aquello de “prevenir antes de curar”: en el caso de los accidentes, ¿cómo cree que se debería hacer esta prevención?

En algunos países la prevención de los accidentes de tráfico forma parte de la tarea del médico de atención primaria, pero no conozco iniciativas en España en ese sentido. Los profesionales de atención primaria abordamos muchas cosas y creo que en general lo hacemos de forma eficiente (buen resultado a buen precio). Últimamente se están haciendo esfuerzos por lograr que la atención primaria sea más proactiva en la detección de la violencia de género. No veo porqué la prevención de los accidentes de tráfico no pueda formar parte de nuestras tareas pero, desgraciadamente, queda mucho trabajo por hacer.

Muchas personas creen que las drogas, los medicamentos o el cansancio no merman los reflejos ni la habilidad en la conducción.

La relación entre accidente de tráfico y drogas, incluyendo el alcohol, está demostrada y nadie puede poner en duda esta relación y está claro que el cansancio también merma nuestras capacidades. Todos los psicofármacos (algunos antidepresivos, los tranquilizantes o ansiolíticos, los fármacos para dormir), algunos antihistamínicos (para las alergias) y los relajantes musculares influyen. Hay más, pero estos son los principales.

Agustín Salazar es uno de los coautores del libro Viajar con desconocidos (Editorial Dilema) y  uno  de sus relatos se titula  “En un segundo te cambia la vida”. ¿Por qué este tema?

Durante el año pasado la Dirección General de Tráfico hizo unos anuncios en la TV muy impactantes; verlos me dio la idea de hacer un cuento al respecto y reflejar de alguna forma esa verdad que es especialmente aplicable a los muertos en los accidentes de tráfico.

 ÁREA PERSONAL

¿Conduce? A diario no lo uso, pues tengo la suerte de ir a trabajar andando. Lo cojo los fines de semanas para ir al pueblo o cuando viajo por turismo.

¿Cómo ve usted el estado de las carreteras que usa habitualmente? Las carreteras han mejorado mucho en las dos últimas décadas pero me llama la atención, primero, que no se arregle el problema de las piezas que sujetan los quitamiedos de las carreteras que al parecer son responsables de muchas amputaciones y lesiones severas en motoristas y, segundo, que se tenga que seguir soportando en la A-8 (Cantabria – Bizkaia) tremendas colas porque no se amplía; cuando voy por ella, al margen de la cola, tengo la sensación de ir por una ruta peligrosa y procuro conducir con los cinco sentidos.

¿Ha estado implicado directamente en algún accidente de tráfico? Por suerte nunca he tenido accidentes de importancia.

Tenemos en el blog un MURO DE LOS DESEOS donde quien lo desee pude manifestar un deseo (relacionado con nuestra temática): ¿quiere dejarnos el suyo? Sí, una parte de la dedicatoria de un folleto que entregamos a las personas en duelo y que escribí hace un tiempo (se puede leer ya en el Muro de los Deseos) 

Llum Saumell

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  • Una entrevista brillante a una persona que brilla con luz propia. Ojalá todos los sanitarios tuvieran la sensibilidad de Agustín Salazar ante momentos tan duros.

  • Me parece muy interesante ese énfasis en "normalizar" los sentimientos, el dolor. El duelo tiene sus fases y estamos en la época de la rapidez: pretender adormilar o acabar con el dolor, la rabia, la impotencia, el desconsuelo, el desgarro y todo lo que se siente con una pastilla es absurdo. Acudir a la ayuda de profesionales e incluso a los fármacos tras un tiempo si la situación se hace insoportable es de sentido común, pero el proceso siempre hay que pasarlo y es distinto (aunque similar) en cada persona...

  • Creo que importante descubrir que estas personas existen Maider y que mantienen esta sensibilidad y buen hacer a pesar de todas las dificultades que conlleva el tener que tratar con personas en momentos tan dificiles y dolorosos y a pesar de los contratiempos propios de la administración, la crisis...

  • Una gran persona Agustín Salazar, a quien tuve la suerte de conocer hace 20 años, cuando trabajé en el Centro de salud de San Inazio. No sabía que se había quedado viudo. Lo siento Agustín. Un fuerte abrazo.

  • Estoy muy contento.Como no estarlo? Si es mi primo!
    Me sorprende que tan lejos tengamos preocupaciones tan parecidas.Yo en Brasil y el en España.
    Hace medio siglo que no tengo noticias de Agustin y me gustaria tener su e-mail.
    Trabajo en una institución de cunho filosofico (Espritismo Kardecista) en que todo eso de lo que trata mi primo es nuestro principal objetivo.
    Soy tambien médico(oftalmologo). Por favor primo mandame tu e-mail creo que tenemos mucho de que hablar.

    • Víctor, Hemos pasado tu mensaje a Agustín. Espero que ya se haya puesto en contacto contigo.

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Llum Saumell

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