El hielo y la nieve son elementos muy peligrosos: la calzada se vuelve sumamente deslizante convirtiéndola en una auténtica pista de patinaje, donde la prudencia, la pericia y los reflejos del conductor se ponen a prueba, por lo que se deberán extremar las precauciones. Aquí os recordamos algunas y podéis consultar más en la web de la Dirección General de tráfico (DGT) y sus documentos especiales.

Si no se puede evitar el conducir  es esencial consultar la previsión del tiempo a menudo (la radio es una buena herramienta, por ejemplo la sección horaria de “Área de Servicio” de las emisoras de EITB) y los avisos del Departamento de Tráfico del País Vasco para elegir las carreteras en mejor estado. Debemos fijarnos en las señales que nos indiquen los tramos con mayor riesgo, como por ejemplo las zonas más húmedas, sombrías, badenes, lugares próximos a corrientes de agua, los puentes y pasos elevados por encima y por debajo. Una mayor atención hacia el resto de conductores nos proporcionará indicios del estado de la calzada: si los vehículos que nos preceden o los que circulan en sentido contrario circulan con lentitud o bien con cadenas en las ruedas, debemos extremar precauciones. Igualmente nuestro comportamiento al volante puede ayudar a los otros conductores.

Tras una helada nocturna el conductor tiene una serie de primeras dificultades como encontrar una película de hielo o escarcha del parabrisas que hay que quitar. La recomendación en este caso es usar anticongelante o alcohol y evitar el uso de agua caliente pues, con el contraste, podría romper el cristal.

Recordemos que los elementos obligatorios son:

RUEDA DE REPUESTO. No se olvide revisarla antes de un viaje.

TRIÁNGULOS. Deben ser dos y estar homologados, para señalizar una avería, un accidente, un estacionamiento.

LÁMPARAS. Hay que llevar un repuesto de lámparas. Siempre es peligroso quedarse sin luz, pero más en invierno, cuando ésta es reducida.

CHALECO REFLECTANTE. Llévelo dentro del habitáculo y no en el maletero y póngaselo antes de salir para cualquier eventualidad.

HERRAMIENTAS. Hay que llevar, como mínimo, las necesarias para cambiar una rueda (gato y llave) y para sustituir alguna lámpara fundida.

Es recomendable llevar:

CADENAS. Puede ser el elemento que le permita llegar a su destino. Use las cadenas nada más ver nieve en la calzada y tras recorrer unos metros, ajústelas y no pase de 30 km/h. Es algunos casos son obligatorias.

SPRAY ANTIVAHO. Es muy interesante para evitar que los cristales se empañen completamente.

BAYETA. Es muy útil para desempañar el parabrisas. Se complementa con el spray.

CALZADO Y ROPA DE ABRIGO. Calzado adecuado para un viaje largo (los tacones o los zapatos gruesos no son los más adecuados para el frenado en caso de deslizamiento) Aunque en el coche hay que ir cómodo, es importante llevar ropa de abrigo a mano por si tiene algún problema en la carretera.

PALA. Puede ser muy útil si hay previsiones de grandes nevadas.

RASCADOR. Muy interesante para quitar hielo y nieve del parabrisas. Un bote con alcohol también es útil.

Como siempre, lo importante es llegar.