El cambio principal, está en la duración, que en la mayoría de las licencias será de 10 años -los profesionales, serán solo de 5 años-, aunque algunos países se podrán expedir hasta para 15 años. Hasta ahora, varios países de la UE vienen expidiendo permisos de conducir con un periodo de vigencia de décadas o, incluso, vitalicios. Todos estos cambios normativos están orientados a la normalización u homogeneización del carné de conducir para todos los ciudadanos de la Unión Europea con vistas a que, dentro de no demasiados años, exista un permiso por puntos estandarizado e igual para los diferentes estados.
Los cambios también afectan al examen teórico de conducir, que desde ahora dispondrá de una base de datos mucho más amplia, con hasta 15.500 preguntas de todas las categorías que se irán actualizando para crear pruebas que serán, prácticamente, individualizadas. La Dirección General de Tráfico (DGT) espera de esta manera evitar que muchos examinados se limiten a hacer unas docenas de test con el único objeto de memorizar las respuestas. Se pretende ahondar en los conocimientos y en el sentido común. Además, el nuevo examen teórico de conducir se hará preferentemente en formato informático. Para ello hay 24 jefaturas provinciales que ya cuentan con pantallas táctiles.
Lo más destacable y novedoso es el nuevo examen práctico de conducir. Antes de iniciar la prueba de conducción se pide a la persona que se examina que realice alguna verificación o comprobación –con carácter aleatorio- de una serie de elementos del vehículo, como el estado del nivel de alguno de los líquidos, la presión o dibujo de los neumáticos y el funcionamiento del parabrisas, entre otro. Se intenta que la nueva prueba de conducción sea mucho más práctica. Tras verificar el estado del vehículo, durante los 10 primeros minutos de la prueba los examinados deberán demostrar que son capaces de dirigirse hacia un lugar determinado –si se conoce su ubicación- o, en su defecto, iniciar la marcha y circular libremente. Asimismo, y con carácter opcional, podrán seguirse las indicaciones de cualquier sistema de navegación por satélite si el vehículo dispone de tal dispositivo. Así, el aspirante deberá introducir el punto de destino indicado por el examinador. Este paso es el que la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) denomina “conducción autónoma”.
Los examinadores han calificado positivamente «todo lo que tenga como resultado que el alumno salga mejor preparado», y en este sentido han aplaudido que se introduzca en el examen una parte de comprobaciones previas en la que se pregunta por el medidor del aceite, los documentos, los sistemas de frenado…, aunque han hecho algunas críticas a otras partes del examen. Por ejemplo, se ha cuestionado que se pueda pedir al aspirante que conduzca durante 10 minutos (tiempo que dura la parte de conducción autónoma) siguiendo indicaciones de un GPS. «Si el objetivo es una actuación no condiciona por la continua indicación del examinador, ¿qué diferencia hay con que las indicaciones no las dé el examinador, sino que las dé un GPS?».
La CNAE ha estado llevando a cabo la experiencia de “conducción autónoma” en diferentes autoescuelas , con éxito suficiente como para que la DGT haya decidido implantarla desde el pasado 21 de enero. El nuevo examen práctico de conducir tiene una duración mínima de 25 minutos para los permisos A1, A2, B y BTP y de 45 minutos para el resto de licencias. Durante ese tiempo, el examinador también deberá valorar de manera global si el aspirante ha efectuado una conducción eficiente o ecológica. Otra novedad es que, como norma general, se agotará el tiempo mínimo para conseguir cada tipo de permiso. En todo caso, el examinador podrá dar por terminada la prueba si el examinado comete algún fallo grave o considera que es un peligro para la circulación.
Los examinadores apuntan que el hecho de que ahora se introduzca la conducción eficiente en el examen práctico es peligroso, pues si «para conductores habituales es complicado hacerla, para uno que está empezando a aprender es todavía más difícil». En este sentido, se ha indicado que las técnicas que se enseñan para ahorrar combustible como «saltos de marcha» o conducir con relaciones largas pueden ser incompatibles en algunos casos con la seguridad vial.
Otra importante novedad del nuevo examen de conducir, y que seguramente va a traer cola, es que los examinadores deberán informar ‘in situ’ a los aspirantes si han aprobado o no. En los últimos tiempos, este colectivo viene denunciando agresiones y amenazas advirtiendo de que, de producirse este nuevo cambio, este tipo de situaciones podrían llegar a multiplicarse.
A estos cambios podría sumarse el de poner un examen para renovar el carné de conducir.
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Me parece muy conveniente que, en el examen práctico, se obligue a hacer una revisión del vehículo antes de ponerse en marcha: los buenos hábitos deben empezar pronto y a menudo nos olvidamos de la presión de las ruedas, de poner bien el retrovisor ¡o desconocemos dónde llevamos la rueda de recambio!
Creo que deberían poner un examen para renovar el carnet de conducir, pero un test o prueba que fuera realmente válida, no esas preguntas donde lo más difícil de entender es la pregunta, lo que se está planteando. Cuestiones de seguridad, de responsabilidad en la conducción, de educación vial, de respeto.