Juanjo Neyro, él árbitro y yo jugador.

El sábado fue uno de esos días en los que uno se va jodido a la cama. Ya sé que son cosas que pasan, que la vida es así de injusta en ocasiones, en muchas ocasiones y que hay que hacer de tripas corazón para superar un nuevo meneo, pero de momento me voy fastidiado sabiendo que hoy también eso de descansar me costará un triunfo.

Otro amigo se me ha ido, sin avisar. No hace poco, tres semanas como mucho, reíamos en la calle algunas de las ocurrencias que siempre tenía, nos pusimos serios cuando el tema familiar lo sugería y como casi siempre, a la hora de hacer revista a nuestras vidas, estuvimos de acuerdo en desearnos lo mejor el uno al otro.

No teníamos esa amistad de salir de copas, ir al cine juntos o contarnos nuestras penas. Era una amistad trabajada entre canasta y canasta: él árbitro y yo jugador. Una amistad de esas que notas y perdura en el tiempo, una llamada al teléfono y mira si me puedes hacer este favor, y un déjalo de mi cuenta, faltaría más! por respuesta. Esa amistad del gesto desinteresado y rápido que dice cuenta conmigo para lo que quieras. La amistad que notas al apretar la mano en el saludo y en la despedida, que no necesita de más palabras y que la ves en la mirada.

Juanjo, joder! No me has dado tiempo a decirte que te aprecio un huevo, que nunca he podido olvidar y agradecerte algunos de tus consejos en la cancha, tú árbitro y yo jugador. Y en la calle, tú Juanjo Neyro y yo un admirador. Goian bego.

4 thoughts on “Juanjo Neyro, él árbitro y yo jugador.

  1. Pedro López de Luzuriaga

    Me has emocionado Iñaki, gracias por dedicarle estas líneas a uno de los más grandes arbitros, maestro de las nuevas generaciones, y uno de los que ha contribuido a que sea dignificada su labor.

    Responder

Responder a toño Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *