Manida es la frase a la que se aferran todos o la mayoría de los entrenadores de fútbol: “Sólo nos queda trabajar más si cabe y saber que esto es una carrera de resistencia”.

Pues bien, el que escribe cuestiona unos cuántos términos de dicha expresión. Por un lado, cuando alguien dice solo, creo que implícitamente traslada un mensaje de cierta incapacidad para poder analizar el juego del fútbol en su término más amplio y, por ello, su carácter reduccionista o simplista ante la complejidad del juego de fútbol.

Cuando alguien comenta que va a trabajar más la pregunta siguiente sería: ¿Hasta ahora no hemos trabajado lo suficiente? Al que escribe cuando no trabaja lo que debe le suelen llamar al orden y, si la actitud persiste, se le abre expediente laboral con lo que ello pudiera conllevar.

Por el contrario, si hasta la fecha se ha trabajado lo que corresponde y sólo somos capaces de aportar cantidad en el entrenamiento como solución al juego del fútbol en lugar de calidad y análisis de las causas que pudieran haber llevado al equipo a la situación no deseada, mi humilde reflexión sería la siguiente: ante una gripe el doctor receta un tipo de antibiótico pero si en el tiempo estipulado la enfermedad persiste, suelen realizar tratamientos de choque aportando otro antibiótico, cuando menos, diferente.

Por último decir que es una carrera de resistencia es una metáfora utilizada pero para mí equivocada. Toda carrera de atletismo conlleva un esfuerzo de principio a fin y no solo desde el momento en que la afición jalona o espolea al atleta (en nuestro caso la afición será el consejo de administración amparada en los malos resultados y la aclamación popular con el dedo índice hacía abajo). Además, en toda carrera de atletismo la superación personal y el derroche de trabajo físico suele conllevar, generalmente, éxito o cercanía al mismo, pero en nuestro deporte además de los factores citados existe también un compañero y un adversario con quien compartir y a quien disputar respectivamente. Todo esto hace que la complejidad del fútbol no se pueda reducir a frases manidas.

Para poder reconducir la situación deportiva de un equipo de fútbol entiendo que se debe conocer, por descontado, de una manera extrema el juego del fútbol en si y el de la categoría en concreto. Además de ello no debemos olvidar que todo entrenador es un director de grupos humanos y como tal su labor fundamental es la comunicación con sus “pupilos” (futbolistas). Si sabemos que en todo acto de comunicación existen tres factores como son emisor (entrenador), el mensaje (contenido a transmitir) y el receptor (jugador), solo podemos afirmar que existe tal acto cuando se cumple que el receptor asimila correctamente el mensaje. De lo contrario, podremos afirmar que dicha comunicación ha errado en algún momento dado (personalmente entiendo que el entrenador suele cometer la infracción de no saber explicar o bien, más preocupante, no saber qué explicar). Si a todo esto, que no es poco, le añadimos que los rivales intentarán de forma voluntaria obstaculizar dicho proceso de comunicación, al entrenador no le quedará más remedio que abanderar las soluciones para hacer más fácil, rápida y cómoda la relación con sus jugadores. En definitiva todo entrenador debe conocer a su equipo, rivales y saber explotar el juego en su propio beneficio dentro de los parámetros que le permite el reglamento.

Entiendo que el grupo de Javi López es capaz, y lo está demostrando, que sólo entienden el fútbol como una comunicación entre ellos y su grupo de futbolistas, que analizan al rival con objeto de poder explotar las virtudes de su equipo y oponerse de la forma más compacta al equipo contrario, y por último que nunca han dicho que vayan a trabajar más porque desde el principio han realizado su trabajo de la forma más honesta que entienden y en la medida justa que consideran en cada momento.

Con estos argumentos solo nos queda esperar que el equipo mejore en la clasificación y podamos escribir de otros pormenores de este nuestro hobby y deporte, que no es otro que el FÚTBOL.