A excepción de Díaz de Cerio, que continúa inmerso en su proceso de recuperación, el resto ha participado en la primera sesión preparatoria. Gorka Elustondo ha trabajado sobre el césped, haciendo carrera continua pero no hay una fecha establecida para su regreso al trabajo grupal. Los titulares se han retirado antes a las duchas.

La contundente victoria de la Real ante el Xerez en su guarida ha encendido la mecha de la esperanza. El único reto es darle continuidad para que prenda. Para ello, será fundamental no repetir la primera media hora de Chapín, donde el conjunto de casa fue un vendaval que bajo en intensidad hasta prácticamente desaparecer al regresar a una línea de cuatro defensas.

En opinión de Labaka, la clave reside en la posesión de la pelota. “Contra el Sevilla jugamos con el mismo sistema y creamos más ocasiones que nunca. La clave es tener el balón. Ellos por las bandas nos hicieron daño pero si mantienes el esférico cortas la opción de ataque. El objetivo es mantener la posesión para marcar goles. Eso sí, si no haces daño, no te sirve de nada”.

Hay otro tema de actualidad. Varios componentes de la primera plantilla estuvieron ayer en Madrid recogiendo unos pagarés. La Liga de Fútbol Profesional rescató el pasado verano el Fondo de Garantía salarial para evitar la huelga de los jugadores que no habían cobrado y para garantizarles que más adelante lo harían. En la misma tesitura se encuentran futbolistas del Celta y Levante. Labaka ha explicado que “unos abogados nos dijeron que la AFE y la LFP podrían sellar un convenio para que todos aquellos que no habríamos cobrado lo pudiéramos hacer y que para ello teníamos que interponer una demanda. Por supuesto, antes nos aseguramos bien de que adoptando dicha medida no íbamos a perjudicar en absoluto a la Real, en todo caso era una oportunidad para cobrar los que se nos debía”.

El central ha querido dejar bien claro ese último punto. Los pagarés los podrán ejecutar el año 2011 en el caso de que el club no les haya pagado lo que les debe. Es la cruda realidad de la Ley Concursal.

La imagen curiosa del día ha venido de la mano del dueño de un restaurante donostiarra que ha obsequiado con un rodaballo de ¡cuatro kilos! al trigoleador Abreu. Es el sexto “hat trick” en la carrera del charrúa si bien él ha otorgado buena parte de culpa al buen hacer de sus compañeros. “Si no fuera por la colaboración de ellos no llegaría a eso. Es mérito de todos. Fue una satisfacción por la segunda victoria consecutiva, por la contundencia y buen manejo de balón. Tenemos un panorama alentador, pero no se ha conseguido nada”, alertó enterrando cualquier atisbo de euforia que pueda haber.