El pilar oeste del Makalu comienza en una gran morrena –un depósito de fragmentos de roca transportados por un glaciar- en la que hemos instalado el Campo Base de la expedición. Casi se puede decir que nuestro gran reto comienza nada más salir de la tienda.

Estamos sobre los 5.300 metros de altitud. La idea original era instalar el Campo unos 100 metros más arriba, en un lugar más acogedor. Pero -y es un pero muy importante-, hay un condicionante que nos hace estar en una ubicación menos confortable: el agua, que escasea en esta zona. La poca que podemos conseguir proviene de un riachuelo que tenemos a unos 10 minutos morrena abajo. ¡La de viajes que está haciendo el ayudante de cocina con el bidón de 30 litros! Cien metros más arriba doblaríamos las distancias.

El reparto del Campo Base lo hemos hecho de la siguiente manera: por una parte están las cuatro tiendas, una por cabeza, en las que cada uno nos organizamos a nuestro gusto y antojo, todo un lujo a 5.300 metros de altitud. Otro lujo más: el ‘Dom’ o tienda comedor y sala de estar. Y a su lado dos tiendas más: la cocina en donde trabajan armoniosamente Maila, el cocinero, y Pemba, su ayudante, y el almacén donde están bajo techo parte de nuestros bidones personales y todo lo que concierne a nuestra alimentación. Junto a toda la infraestructura, la inigualable vista del Makalu de la que gozamos en todo momento. GALERÍA DE FOTOS.