Las cuentas del ‘pitoniso’ Segurola

El Alavés tiene en las tres próximas jornadas una oportunidad única, y posiblemente la última, para reengancharse a la permanencia 

 

La verdad que el que suscribe tiene que confesar que además de enriquecedora, está siendo muy dura esta temporada de seguimiento al Deportivo Alavés. No puedo negar que soy un hombre de corazón caliente, de temperamento variable que, en la mayoría de las ocasiones, se deja llevar por la inmediatez de los acontecimientos. No sé si por fortuna o por qué, el caprichoso destino ha decidido que encontrara en mi camino a mi antítesis, don Koldo Segurola, tipo curioso y asceta donde los haya, cuya principal virtud es la de analizar las cosas a largo plazo, además de aguantar todo el día comiéndose tan solo una santa manzana.
Lo cierto es que mi bendita compañera se está ganando el cielo semana tras semana. Cuando toca derrota, por desgracia la mayoría de las veces, llega la depresión profunda -horas que siguen al encuentro y día siguiente-, un estado de ánimo en el que no hay quien me aguante. En los días posteriores, se produce un cambió radical. Análisis posterior de la situación, normalmente tras una conversación con el amigo Segurotti, y confianza en que el milagro de la permanencia es posible.
Yo creo que su optimismo siempre argumentado por datos es por su puñetera manía de llevar siempre la contraria a todo el mundo, pero lo cierto es que, tras los resultados que se están dando jornada tras jornada, los hechos le están dando la razón. Sí señor, el Alavés tiene que centrar su punto de mira en el Celta y, como bien indica él, en segundo lugar en los equipos que puedan sufrir los daños colaterales.
Encendió la mecha el bueno de Martín Astudillo al decir hace varias semanas, cuando el Alavés estaba a nada menos que a siete puntos de la salvación, que el objetivo era el Celta. Mientras algunos entendidos se apresuraron a discutir dicha afirmación, comentada en el vestuario por el propio Javi López, se sumó a ella aquella misma tarde en una edición de La Cátedra memorable el pitoniso Segurola.

Mirarse a los ojos
Llega ahora el momento de la verdad. En las tres próximas jornadas, al Alavés se le presenta una oportunidad única, posiblemente la última, de reengancharse de forma definitiva a la lucha por la salvación. De forma consecutiva, recibe al Eibar, visita al Tenerife y juega en Gasteiz contra el Huesca. En el mismo período, el Celta visita al Zaragoza, recibe al Murcia y acude a campo del Hércules. Sin duda, si se cumple la lógica, el Alavés podría llegar al decisivo choque de Vigo a tan solo dos puntos de los celestes. Para redondear la combinación, el Córdoba, el de los daños colaterales, viaja a campo del Rayo, recibe al Levante y comparecerá en Anoeta ante la Real Sociedad. Otro que puede verse metido en el ajo.
Hay que empezar por el derbi frente al Eibar. Coincidiendo con el octavo aniversario de la final de Dortmund, el Alavés juega un choque vital para su futuro. Llega el momento de dejarse de milongas, apretar los dientes y, como decía en su día Manel Comas, darlo todo para, al término de cada partido, mirarse a los ojos con la conciencia tranquila.

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