Terry, el defensa que confundió el inglés con las ingles

John Terry está a punto de contagiarse del síndrome Tiger Woods. El central del Chelsea, que lo es desde que le empezaron a salir los dientes y decidió saltárselos a los demás, puede perder la capitanía de la selección inglesa de fútbol y quizá el mundial por una asunto que nada tienen que ver con su juego. Una, que es muy mujer, se pregunta si esto es lo justo.

John Terry, puede dejar la capitanía de su selección por un problema de ingles

John Terry, puede dejar la capitanía de su selección por un problema de ingles

Terry es un tipo de cerca de 1,90 y duro como el rostro de un concursante de Gran Hermano. Es tan duro que uno de sus apodos es The Terrific, El Terrible. Si una cosechadora amenazara el área del Chelsea o de la selección inglesa, Terry sería capaz de tratar de zancadillearla. Después de perder las piernas intentaría tumbarla a codazos. Así es Terry, un futbolista que debe tener en su casa muestras de ADN de todos los delanteros importantes del momento, sacadas de trozos de piel que se le han quedado pegados en los tacos de las botas. Además, se trata de un defensa rápido, absoluto dominador del juego aéreo, ambicioso a la hora de buscar el gol y capaz de salir con el balón jugado. Se le puede llegar a amar si se olvida que cada vez que se enfunda una camiseta azul o blanca se convierte en un saco de malas pulgas que no conoce ni a su abuelita. Ni a la de él ni a la de nadie. Sobre el césped se transforma en una especie de Kiko Matamoros en pantalón corto.

Con todo, Terry ha ganado una cantidad de premios individuales y colectivos que le convierten en uno de los futbolistas británicos más galardonados en activo, quizá únicamente por detrás del eterno Giggs. Claro que para Terry eso no cuenta, Giggs es galés, y eso para un londinense de pura cepa…

Un problema de ingles

Bueno, pues resulta que a El Terrible, a sus 29 años, le puede apartar del fútbol un problema de ingles. Y no me refiero a una lesión de abductores. Terry fue nombrado en 2009 “Papá del Año” en Inglaterra. Entonces no se sabía realmente que había mucha gente que le llamaba “papi” en la intimidad. Una de ellas Vanessa Perroncel, señorita de apellido prometedor, nacionalidad francesa y modelo de ropa interior… exnovia de Wayne Bridge, jugador del Manchester City, internacional inglés, examigo de nuestro protagonista y ahora enemigo íntimo. Digamos que El Terrible es un hombre casado, padre de gemelos. Por cierto, no está casado con Vanessa Perroncel.

La sociedad inglesa, siempre protestante y bien pensante antes de entrar a los pub, se ha echado al cuello de Terry a la vez que la esposa de este se ha ido a Dubai. La señora Terrible puede que no encontrara un vuelo a otro lugar más lejano. Por suerte para el futbolista, su entrenador en el Chelsea es un italiano presumiblemente católico, Carlo Ancelotti, el hombre que habla inglés como si estuviera masticando croquetas de lana. Y el seleccionador nacional también, Fabio Capello, el hombre que maltrata a Shakespeare con el mismo entusiasmo que hace unos años manifestó respecto a Cervantes. Estos dos papistas pueden proteger la carrera futbolística de Terry. Como buenos católicos creen en la confesión y el perdón de los pecados. Y como entendedores del fútbol saben que no encontrarían otro central como Terry en todas las islas, aunque lo buscara Sherlok Holmes.

Por mi parte, y miren que soy mujer, tengo la convicción de que de la carrera de alcobas de El Terrible, puede que conocido como El Dulce entre las sábanas, deben opinar la señora Terry y, en menor medida, Wayne Bridge y Vanessa Perroncel. Se trata de una cuestión personal.

Estaría bueno ahora que a los futbolistas los retiraran lesiones morales. O que tuviera que haber un pastor anglicano o un asistente social al borde de los terrenos de juego para tratar a los descarriados de sus lesiones morales. “Tengo una contractura en la fidelidad matrimonial, predicador, bendígame y écheme agua bendita para que pueda seguir en el partido” dirían los pobres lesionados.

El gran George Best debe estar revolviéndose en su tumba. De risa. Lo de Terry él lo podría hacer un lunes por la mañana, coincidiendo con la hora del entrenamiento.

Cómo son estos ingleses para lo que quieren.

2 thoughts on “Terry, el defensa que confundió el inglés con las ingles

    1. Arrate

      Querido Manguera:
      No estoy tan segura de que el brandy preferido de la señorita Peroncel fuera Terry. Por lo que se puede deducir de los tabloides británicos, en ocasiones prefería 103. Y con la tradición que hay en Inglaterra de lios entre starletes y los Windsor, lo raro es que no se decantara por SOBERANO.

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