Justo antes de partir los madrugadores de RadioVitoria, Iván Pascual y Roberto Flores, se despiden de mi con esta simpática entrevista:
Archivo por dÃas: 31 marzo, 2010
Con los "madrugadores" de Radio Vitoria
Justo antes de partir los madrugadores de RadioVitoria, Iván Pascual y Roberto Flores, se despiden de mi con esta simpática entrevista:
Comienza el reto
“Si amas a alguien que te ama, nunca desenmascares sus sueños. El más grande e ilógico eres tú.â€
Alessandro Baricco (Esta historia)
De nuevo me voy. Me voy al Everest. Voy a coger mis sueños, mis miedos, mi vanidad y mi libertad por los cuernos.
Nunca me habÃa costado tanto decidirme como ésta vez. Mis amigos no podÃan acompañarme. Esto me ponÃa en la tesitura de tener que elegir entre tres opciones malas: no ir, ir sólo o ir con desconocidos. Finalmente he elegido ésta última, incumpliendo la primera regla que mi maestro Kami me enseñó: “al monte se va a disfrutar con los amigosâ€.
Por otra parte ésta es una montaña gigantesca, inabarcable, inimaginable. Hay que estirar muchÃsimo el cerebro para que te quepa dentro y en la época en que tocaba decidir estaba jodido, sin fuerza y con la autoestima por los suelos. Lo más difÃcil de ésta ascensión ya lo he vencido. Lo superé hace meses cuando decidà que querÃa ir, que tenÃa opciones de intentarlo y sobre todo que no huÃa de nada.
No fue fácil. Pensé muchÃsimo en porqué lo hacÃa, que querÃa, si valdrÃa la pena. Creo que ello me ha ayudado a conocerme mejor y que ya no soy el mismo.
El Everest no deja indiferente a nadie. Desde que comencé a hacerlo público he recibido montones de comentarios del tipo “Subir al Everest no tiene ningún méritoâ€, “Hoy en dÃa sube cualquieraâ€, a todos ellos gracias por ponerme en mi sitio. También he recibido otros del tipo “eres un valienteâ€, a todos ellos gracias por el ánimo y la empatÃa. Además he tenido la inmensa suerte de contar con muchos que sin valorar nada me han mostrado su cariño “no te entendemos, pero te queremosâ€.
Nunca jamás habÃa recibido tantÃsimas muestras de cariño tan sentidas, tantÃsimas llamadas a la prudencia, a tener cuidado y a volver. Es fabuloso sentirse tan querido. Es la mejor señal de que el viaje va bien, no el de la cima, el importante, el de la vida. DeberÃamos ser más generosos mostrando nuestro afecto, aunque nuestros amigos no se vayan a ningún lugar extremo, todos serÃamos más felices.